
Antes de decidirte por una solución auditiva u otra es importante saber que no todo lo que hay en el mercado son realmente audífonos personalizados. Actualmente existen amplificadores que se venden como si fueran audífonos mucho más baratos y que, en realidad, lo único que hacen es amplificar el sonido para personas que tienen buena audición, pero en ningún caso, para corregir la pérdida auditiva.
Aquí tienes algunos elementos claros para ayudarte a distinguir entre un audífono y un amplificador:
Para asegurarte, lo mejor es que si no oyes bien, lo primero sea acudir a un especialista para revisar tu audición y valore tu caso de forma personalizada para proponerte la mejor solución.
Solo los audífonos están diseñados para corregir la pérdida auditiva y, aunque no curan, sí pueden mejorar la calidad de vida de sus usuarios.
Estos deben ser adaptados a cada paciente por un profesional, casi a medida, con su correspondiente seguimiento, adaptación y entrenamiento auditivo por parte del paciente.
Además de estas prestaciones, también existe una amplia gama que cuenta con control de pitido, reconocimiento de la voz, separación de la voz respecto al ruido, ubicación espacial del origen del sonido, conexión directa entre tu teléfono móvil, o cualquier dispositivo, y tus oídos, ¡y muchas cosas más!