Temas del artículo
Aún hay personas que se resisten a utilizar audífonos por un tema estético. Creen que son muy grandes y ostensibles y les asalta una sensación insalvable de vergüenza. No obstante, este estigma tiene poca base actualmente, ya que la propia evolución de los audífonos, cada vez más pequeños y discretos, e incluso de colores divertidos para los más pequeños, permite romper cualquier prejuicio previo. Y más atendiendo a que se trata de una de las soluciones auditivas más efectivas.
Como señalábamos en la introducción, la evolución de los audífonos es constante. Y gracias a las nuevas tecnologías, éstos son cada vez más pequeños y, por tanto, más discretos. Además, ofrecen un mejor sonido. Lejos, muy lejos, queda la imagen de aquella especie de trompeta de oído que introdujo el matemático francés Jean Leurechon durante el siglo XVIII. Se podía entender entonces que su uso generase vergüenza en muchos de sus usuarios, pero ahora la situación es totalmente opuesta.
El gran cambio llegó a principios del siglo XX con los primeros audífonos eléctricos, que implicó una importante reducción de tamaño, que se acentuó cuando se convirtieron en portátiles gracias a la introducción de los transistores a partir de 1950.
El segundo gran cambio llegó con los microchips, que redujeron aún más el tamaño de los audífonos, así como permitieron mejorar sus prestaciones. Y la última revolución ha sido la digital, que hace que muchos audífonos sean incluso imperceptibles a primera vista.
Aumenta el número de usuarios de audífonos
Aunque el porcentaje de europeos que manifiesta tener pérdida auditiva se mantiene estable desde hace ya diez años, lo que sí aumenta es la proporción de afectados que dice utilizar audífonos. Las cifras son ilustrativas al respecto: según los estudios EuroTrak, impulsados por la Asociación Europea de Fabricantes de Instrumental para la Audición (EHIMA), el uso de este tipo de soluciones auditivas ha pasado del 33,1% en 2009 al 41,6 en 2018. En el caso del uso de dos audífonos (ajuste binaural), el porcentaje ha aumentado del 55% en 2009 al 67% en 2018.
El doctor Juan Royo, especialista de la comunidad Viviendo el Sonido, considera que una de las razones de este aumento del número de usuarios de estas soluciones auditivas es precisamente que “son tecnológicamente superiores, sus prestaciones son mayores y su comodidad de uso y satisfacción con la audición que proporcionan son palpables en los modelos más modernos”.
