Soluciones auditivasAudífonosDiferencias entre audífonos...

Diferencias entre audífonos y amplificadores

Los audífonos y los amplificadores tienen grandes diferencias entre sí. Para empezar, y esta es la distinción principal, los audífonos son un producto sanitario cuyo objetivo es solucionar o minimizar la pérdida de audición, mientras que los amplificadores son dispositivos electrónicos cuya función se limita a aumentar el sonido. Por tanto, muy poco que ver. En el siguiente post te damos más detalles sobre las diferencias entre audífonos y amplificadores.

La propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios subraya esta diferencia principal: el audífono tiene una finalidad sanitaria, terapéutica, mientras que el amplificador sirve solo para acentuar sonidos. Ante una naturaleza tan distinta, los dos productos se encuentran sometidos a diferentes normativas, “por lo que los requisitos de seguridad, eficacia, calidad e información y los procedimientos de valuación y control que se aplican a ambos productos son distintos”.

El audífono, al ser un producto sanitario que busca compensar una pérdida auditiva concreta, precisa de una adaptación individualizada que ha de realizar un especialista. En el caso de un amplificador, sujeto a la normativa reguladora de aparatos electrónicos, se compra en tiendas convencionales y también por internet -en el caso de los audífonos, solo se pueden adquirir en centros de audioprótesis especializados.

La AEMPS alerta además de que los amplificadores, que a veces se usan para captar sonidos difíciles de percibir (por ejemplo en actividades de caza u observación de aves), nunca deben utilizarse como solución a una pérdida auditiva. Es más, su uso prolongado puede incluso provocar daños en el oído.

Diferencia de funcionamiento y de precio

Por su distinta finalidad, audífonos y amplificadores tienen también un mecanismo diferente, que se refleja en el precio. Mientras que el audífono requiere adaptación y seguimiento por parte de un profesional, que lo ajustará a las necesidades del usuario, un amplificador no requiere ninguna prueba previa: tienen un botón de encendido y apagado y un ajuste de volumen. Por este motivo, un amplificador se puede encontrar por menos de 100 euros, mientras que el precio de un audífono oscila entre los 600 y los 2.000 euros, según modelo y prestaciones.

Consultar primero con un especialista

Ante el menor indicio de una posible pérdida de audición, el primer paso es acudir siempre a un especialista para que nos realice una audiometría. En el caso de que nos confirmen que tenemos pérdida auditiva, se nos indicará qué audífono nos conviene. El proceso seguirá luego con el citado periodo de prueba y adaptación del mismo.

Artículos relacionados

¿Sabes cuál es tu sensibilidad auditiva?
¡Pon a prueba tu oído con un breve test online!

;