El ruido del tráfico es un grave problema de salud pública

Puede parecer un afirmación exagerada, pero no lo es: el tráfico es la causa de miles de muertes al año en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tanto la contaminación atmosférica como acústica que generan los vehículos en las ciudades provoca 50.000 infartos al año en Europa. Y el ruido del tráfico en concreto, y sólo en Madrid, está relacionado con 1.048 muertes por problemas cardiovasculares y 1.060 por enfermedades respiratorias. Lo ha calculado un grupo de investigadores españoles, que con esta referencia, y según publica El País, afirma que descender un decibelio de media los niveles de ruido diurno podría reducir hasta 468 el número de muertes: en 284 las muertes prematuras anuales de origen cardiovascular y en 184 las relacionadas con problemas respiratorios.

El ruido del tráfico es sin duda un grave problema de salud pública, pues es el responsable del 80% de la contaminación acústica que soportan las ciudades. En Europa occidental, este problema es la principal causa de dolencias sanitarias de origen medioambiental, por detrás del aire contaminado. Un informe de la OMS concluye que si se suma el impacto sobre los 340 millones de habitantes de la región, se pierde un millón de años de vida saludable al año. Y otro análisis reciente de la Agencia Europea de Medioambiente calculaba que más de 125 millones de europeos soportaban niveles de ruido que superaban las recomendaciones de la Unión Europea, de 65 decibelios para el día y 55 para la noche, y estimaba en 10.000 el número de muertes prematuras anuales achacables al ruido.

El problema del tráfico es común a la mayoría de grandes ciudades. Lo padecen también en Barcelona: según el informe Ruido y Salud en Barcelona, elaborado por el Observatorio Ruido y Salud DKV-GAES con la colaboración de ECODES (Fundación Ecología y Desarrollo), el 40% de sus habitantes convive con niveles de ruido superiores a 70 decibelios. Los propios afectados reconocen que el tráfico es la principal causa, con diferencia, de la contaminación acústica que padece la ciudad.

¿Y qué se puede hacer ante este problema de salud pública?
Uno de los cuatro autores del citado estudio sobre la afectación del ruido del tráfico en Madrid, Julio Díaz, del Instituto de Salud Carlos III, da motivos para el optimismo al señalar que hay diferentes herramientas para reducir el ruido del tráfico:  “Sólo con que el 12% de los vehículos fuesen eléctricos ya se conseguiría bajar medio decibelio”.

Otra manera de reducir el problema podría ser, apunta, el empleo de un tipo de asfalto muy poroso que permite que parte del ruido se disipe hacia abajo, limitando el impacto del ruido sobre la población. Además, algunas compañías también han empezado a producir neumáticos capaces de reducir el ruido en hasta 9 decibelios.

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