La Fórmula 1 y las carreras de motociclismo son un espectáculo. Un gran espectáculo. Y cómo ocurre con la mayoría de eventos deportivos, no es lo mismo ver estas carreras por televisión que verlas in situ. La emoción se dispara. Y la adrenalina. Pero también el ruido. Y no ir bien equipado contra el exceso de decibelios puede ser un tormento. Para que nos hagamos una idea, una monoplaza puede generar hasta 160 decibelios de sonido…y el umbral del dolor se sitúa en los 130. Dicho de otra manera: el ruido que causa un coche de Fórmula 1 es similar al de un reactor a una veintena de metros de nosotros. Por eso, para informar y sensibilizar sobre el ruido en eventos deportivos, GAES instaló el pasado fin de semana una carpa informativa en el Circuit de Catalunya.Sin duda son los monoplazas los que más ruido generan. Pero en una prueba de motociclismo, una moto circulando a 120 kilómetros por hora casi llega a los 100 decibelios. Y una exposición de más de siete minutos a este nivel acústico puede provocar daños al oído.
En la carpa de GAES se informó precisamente a los asistentes de la existencia de diferentes tipos de protectores auditivos. Desde los tapones estándar hasta los cascos protectores, tanto para adultos como para niños.
En la citada carpa se señalaba también que la exposición prolongada a impactos acústicos que superen los 100 decibelios no sólo provoca daños auditivos, sino que también generan irratibilidad y estrés. Y hasta la tensión arterial se puede disparar. Ante tales consecuencias, y remarcando que no hay mejor manera para disfrutar de una carrera de motos o F1 que verla en directo, al circuito hay que ir bien equipado. Agua, buena compañía…y protectores auditivos, claro.
