Casi uno de cada tres españoles padece vértigos a lo largo de su vida. De hecho, el 5% de las visitas a los médicos de cabecera se deben a esa sensación de que todo gira y se mueve a tu alrededor. Lo que mucha gente desconoce es que el origen de esos vértigos proviene del oído, pieza central que controla nuestro equilibrio. Afecciones como la otitis o la otosclerosis pueden, en algún momento de su evolución, causar esta desagradable sensación. Pero los vértigos son también el síntoma principal de otras enfermedades del oído medio.
El 10% de las consultas al otorrinolaringólogo son debidas precisamente a los vértigos. Los pacientes acuden al especialista aquejados de una sensación ilusoria o alucinación de movimiento, ya sea de ellos mismos o de los objetos que les rodean. En muchas ocasiones, este “desequilibrio” se acompaña de sudoración, náuseas y vómitos.
Aunque los vértigos pueden afectar a hombres y mujeres, son más frecuentes en éstas, especialmente entre los 30 y los 50 años de edad. Y dentro de los diferentes tipos, podemos diferenciar entre el vértigo periférico, que se produce por lesión del laberinto u oído interno, y el vértigo central, cuando la lesión que lo provoca está en el sistema nervioso central.
Muchas enfermedades del oído pueden producir vértigos en algún momento de su evolución, como la otitis, un tapón de cerumen o la otosclerosis. Pero existen otras enfermedades del oído interno en las que el vértigo es el síntoma fundamental, como son el Vértigo Paroxístico Benigno (VPPB), la Enfermedad de Ménière y la Neuronitis Vestibular.
- Vértigo Paroxístico Benigno.
Se produce por un cambio de posición. No suelen durar mucho y desaparecen casi siempre al cambiar de posición. La mayoría de expertos coinciden en afirmar que el VPPB es la causa más frecuente del vértigo. De hecho, representa el 35% de los vértigos de origen periférico, una cifra que, según el doctor Juan Royo, médico especialista de la comunidad de salud auditiva Viviendo el Sonido, asciende hasta el 50% si se tienen en cuenta las personas mayores de 60 años: “En esta franja de edad es en la que se sitúa una mayor incidencia de VPPB, que además es más frecuente entre las mujeres”. - Enfermedad de Ménière.
Se trata de una patología crónica del oído interno producida por un exceso de endolinfa, líquido que llena las cavidades del oído interno. Suele aparecer entre los 30 y 50 años y se manifiesta con tres posibles síntomas: hipoacusia o pérdida auditiva, acúfenos -pitidos en el oído- y vértigo recurrente, con sensación de giro continuo, náuseas y vómitos. Royo remarca que el 65% de las personas afectadas son mujeres y subraya la importancia “de hacer una buena historia clínica para diagnosticar esta enfermedad”. - Neuronitis vestibular.
Hablamos en este caso de una crisis intensa y súbita del denominado ‘vértigo rotatorio’, que se produce por una disfunción súbita de las funciones del laberinto posterior del oído medio. Aunque se desconoce su origen, la teoría más aceptada es que se desencadena por una infección vírica. El doctor Juan Royo señala que “este tipo de vértigo afecta por igual a hombres y mujeres y su incidencia máxima se sitúa entre los 40-50 años de edad”.
Descritos los síntomas y principales enfermedades que los originan, la pregunta siguiente es lógica: ¿se pueden prevenir los vértigos? Los especialistas de GAES nos comparten cinco consejos:
- Evitar la aparición de otitis o tapones de cerumen, manteniendo siempre las orejas limpias y secas en verano y protegiéndolas del frío en invierno.
- Someterse a revisiones auditivas periódicas.
- Apostar por una alimentación sana y evitar el tabaco y el café.
- Mantener una buena postura corporal, evitando bajar la cabeza por debajo de los hombros, estirar el cuello hacia arriba o realizar giros bruscos.
- Disminuir el consumo de los medicamentos ototóxicos, entre los que se encuentran el ácido acetilsalicílico, ciertos fármacos diuréticos y algunos antiinflamatorios y antibióticos.