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Anginas y oído
La amigdalitis, conocida popularmente como anginas, está directamente relacionada con el oido. De hecho, el oído medio se conecta con la faringe a través de la trompa de Eustaquio. Por este motivo, el dolor de garganta puede ser la causa y desencadenante de episodios de oídos taponeados u otalgia.
Qué son las anginas
Las anginas o amigdalitis es una inflamación aguda de las amígdalas, glándulas presentes en los lados de la garganta, ubicadas entre la boca y la faringe y que tienen forma de pequeñas almendras. Se trata de un importante elemento de defensa cuando somos niños, pues ayudan a proteger las vías respiratorias, combatiendo microorganismos y actuando como barrera de contención ante las infecciones. Luego, conforme nos hacemos mayores, el sistema inmunitario se refuerza y se desarrolla. Las amígdalas dejan de ser importantes y se atrofian de forma progresiva.
Anginas y oídos taponados
La amigdalitis puede producir la sensación de tener los oídos taponados. El motivo es la obstrucción de las trompas de Eustaquio, que se encuentran entre la parte posterior de la nariz y el oído medio. En estos casos solemos notar cierta presión en la oreja y hasta sensación de vértigo o mareo.
Anginas y dolor de oídos
Las anginas también pueden causar otalgia. El motivo de que al dolor de garganta se le sume el dolor de oídos es porque los nervios posteriores de la garganta pasan muy cerca del mismo. El responsable tiene nombre propio: el nervio glosofaríngeo, que tiene ramificaciones que llegan al oído, conduciendo por tanto hasta allí el dolor. En estos casos, en los que el dolor de oído está provocado por una amigdalitis, se habla de otalgia refleja, ya que no es directamente el aparato auditivo el que se ve atacado por virus o bacterias, sino la garganta.
Anginas y otitis
Las anginas, si no se tratan, pueden derivar en infección de oído y otitis. De esta forma, se produce una inflamación aguda del oído que provoca también dolor de oído, con eventual prurito e irritación en el canal auditivo y hasta supuración de líquido (otorrea). Si no se trata la otitis causada por amigdalistis, que puede ser aguda, esta puede derivar en una mastoiditis.
Anginas y ganglios inflamados detrás de la oreja
Otra patología del oído derivada de la amigdalitis es la linfadenopatía cervical de aspecto reactivo, término científico que se refiere a la hinchazón de los ganglios del cuello. En general, el tamaño de los ganglios aumenta cuando nuestro cuerpo responde a la presencia de una infección.
Tratamiento de las anginas
En la mayor parte de los casos, la causa de la amigdalitis es una infección provocada por un virus, pero también hay casos en que las infecciones son causadas por una bacteria. En función del origen de la infección el tratamiento varía. Por tanto, es esencial determinar a ciencia cierta la causa original de la amigdalitis. Si el origen es vírico, la pauta habitual es esperar a que remitan los síntomas y tomar ibuprofeno si hay fiebre. Si la causa es una bacteria, el doctor nos prescribirá antibióticos, que tomaremos durará aproximadamente diez días. La extirpación de las amígdalas solo se requiere cuando no se responde al tratamiento y/o se repiten las anginas con frecuencia.