Las otitis no deberían formar parte de las vacaciones de Navidad. No obstante, se trata de una patología que se produce con más frecuencia en invierno y puede arruinarnos estos últimos días año. Hablamos de las otitis media-aguda o media-crónica, que pueden durar hasta dos semanas y cuyo origen suelen ser las infecciones virales que tienen lugar con el frío y las bajas temperaturas. Te explicamos cómo tratarlas y evitarlas.
En el caso de la otitis media-aguda, el primer síntoma es un dolor agudo e intenso, que puede acompañarse de la sensación de taponamiento y de que oímos menos. Cuando esto ocurre, y si el dolor no remite en uno o dos días, hay que acudir al especialista. La otitis media suele requerir un tratamiento específico en los adultos, con el uso de antibióticos.
En el caso de los niños, aparte del dolor, otro síntoma principal de la otitis media aguda es la presencia de exudado o líquido en el oído medio. Y sobre el tratamiento, no suelen prescribirse antibióticos a no ser que el niño tenga menos de seis meses. La mayoría de doctores suelen recomendar analgesia si la infección no se acompaña de fiebre alta.
Cuando la presencia de líquido dura más de 3 meses se habla entonces de otitis media crónica. En estos casos la solución al problema, tanto en adultos como en niños, suele pasar por la cirugía.
La prevención, el mejor tratamiento
Para impedir que la otitis nos pueda estropear las Navidades, el mejor consejo es prevenir su aparición. Para empezar, hay que evitar los cambios bruscos de temperatura y la estancia prolongada en los pasillos de tiendas y supermercados donde se exponen los alimentos refrigerados y congelados. En esta misma línea, también es conveniente ventilar bien la casa, especialmente las habitaciones donde pasamos más horas, como los dormitorios o el salón.
La higiene también es clave para prevenir problemas en el oído. En este sentido se recomienda el uso de difusores de agua marina. Y, por supuesto, hay que descartar el uso de bastoncillos u otro objetos.
Otra advertencia: la práctica de la natación en piscinas climatizadas y cubiertas aconseja prevenir también la aparición de la otitis externa, igual de molesta que la que aparece con los catarros pero que tiene un tratamiento diferente. Para evitarla, el mejor consejo sigue siendo secarse bien los oídos después del baño y utilizar protectores auditivos mientras estemos en el agua.