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El término misofonía proviene de dos palabras de origen griego que explican de forma ilustrativa su significado: ‘misos’ (aversión) y ‘foné’ (sonido). De esta forma, las personas que padecen este trastorno sufren irritabilidad o incluso pánico ante sonidos cotidianos. Esta afección puede por tanto condicionar de forma importante la calidad de vida de los afectados y afectadas.
Alterarse ante el ruido de agua saliendo de un grifo, porque oigamos a alguien mascar chicle o porque alguien golpee su lápiz contra una mesa son síntomas de que podemos padecer misofonía. No obstante, este trastorno no debe confundirse con la hiperacusia, que consiste en percibir ciertos sonidos (no todos) de una forma anormalmente alta y sentir incluso dolor físico al escucharlos. En el caso de la misofonía la afección se produce por sonidos repetitivos o patrones de sonido que se convierten en intolerables para los afectados.
Este aborrecimiento por sonidos cotidianos y de baja intensidad acaba derivando en ira, odio e incluso reacciones violentas de quienes lo padecen.
Causas desconocidas
Las causas de la misofonía se desconocen. Sólo se sabe que se trata de un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos, y en ocasiones visuales, son malinterpretados por el sistema nervioso central. Su nombre fue acuñado en el año 2000 por Pawel Jastreboff, autor también de la Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT), la más eficaz para combatir los acúfenos. De hecho, se cree que la misofonía podría tener que ver con el daño en la corteza prefrontal medial, similar a lo que se produce con el tinnitus.
A pesar del misterio que aún rodea a sus causas, desde 2013 se le considera como un trastorno psiquiátrico.
Tratamientos efectivos ante la misofonía
Tampoco existe cura, de momento, para la misofonía. Como ocurre con los acúfenos, sólo se puede intentar aliviar a los afectados con diferentes tratamientos, como por ejemplo la terapia cognitivo-conductual o el uso de dispositivos que produzcan ruido blanco (zumbidos, como el de un ventilador en marcha, que ahogan los ruidos molestos).
