Cómo prevenir y tratar la hipoacusia

¿Qué es la hipoacusia?

La hipoacusia es un trastorno sensorial que impide escuchar los sonidos en su intensidad habitual. Dependiendo del grado de deficiencia, la hipoacusia puede ser leve, moderada o grave. Si afecta a un oído es unilateral, mientras que si afecta a los dos, es bilateral. Aunque puede afectar a personas de cualquier edad, la hipoacusia afecta en mayor medida a partir de los 50 años.

Tipos de hipoacusia

En cuanto a los tipos de hipoacusia, se distinguen tres, relacionados con el lugar del oído donde se presenta el daño que provoca esta pérdida de audición:

  • Hipoacusia neurosensorial. Es aquella que describe dos problemas diferentes: pérdida sensorial que afecta al oído interno y pérdida neural que hace lo propio con el nervio auditivo. Las causas de este tipo de hipoacusia pueden ser congénitas, debido a motivos genéticos o por desarrollo anormal en las etapas de gestación del feto, o adquiridas, producidas tras el nacimiento y que aparecen por diferentes motivos: traumatismo, exposición continuada a niveles altos de ruido o presbiacusia (pérdida de audición ligada al envejecimiento).
  • Hipoacusia conductiva. Es aquella que afecta al oído externo y medio, impidiendo que las ondas sonoras pasen al oído interno. Para hacernos la idea de lo que supone basta con que nos tapemos un oído. Las causas de su aparición pueden ser infecciones del oído medio (otitis media), tumores benignos (colesteatomas), tímpanos perforados, traumatismos y malformaciones del oído medio y externo.
  • Hipoacusia mixta. Es una combinación de la hipoacusia conductiva y la neurosensorial, lo que implica que hay daños tanto en el oído externo o medio como en el oído interno. Las personas afectadas oyen los sonidos más bajos de volumen y les cuesta más entenderlos. En este caso las causas hay que buscarlas en factores genéticos o en sobreexposición a ruidos altos.

¿Qué diferencia hay entre hipoacusia y sordera?

Aunque a veces se utilizan como términos equivalentes, la hipoacusia no es lo mismo que la sordera. Ser hipoacúsico implica pérdida auditiva normalmente leve o moderada, lo que a la práctica supone no percibir los sonidos por debajo de 70 decibelios (dB). Se considera en cambio que una persona es sorda si no percibe sonidos superiores a estos 70 db. Por tanto, la diferencia entre hipoacusia y sordera está en la intensidad de la pérdida de audición

Síntomas de la hipoacusia

Hay una serie de síntomas que asocian con la hipoacusia:

  • Notar que ciertos sonidos se perciben muy intensos o fuertes en un oído.
  • Dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas están hablando a la vez
  • Problemas para oír en ambientes ruidosos (restaurantes, bares, en la calle, etcétera).
  • Dificultad para diferenciar sonidos agudos (por ejemplo, ‘s’ o ‘th’).
  • Sensación de estar mareado o perder equilibrio (síntoma asociado a la enfermedad de Ménière.
  • Pitidos o zumbidos en los oídos (acúfenos)

Tratamiento de la hipoacusia

El mejor tratamiento para abordar las hipoacusias dependerá del grado. Las leves pueden corregirse gracias a los audífonos. Sin embargo, en las moderadas y severas puede que esta solución no sea suficiente. En estos casos se recomiendan los implantes cocleares para personas con hipoacusia bilateral. En el caso de hipoacusia unilateral neurosensorial y de hipoacusia conductiva o mixta, la recomendación suelen ser los implantes osteointegrados, en los que el implante convierte el sonido en vibraciones que se envían al oído interno a través del hueso.

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