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La presbiacusia (del griego presbys -viejo- y akousis -escuchar-) se define como la pérdida auditiva gradual relacionada con la edad. La causa es el deterioro progresivo del oído interno, que dificulta la capacidad de oír frecuencias altas empezando por las del habla (que oscilan entre los 500 y los 4000 herzios). La presbiacusia empieza a notarse a partir de los 50 años y se acentúa a partir de los 60. En este post te explicamos los síntomas de esta pérdida de audición y cuál es el mejor tratamiento.
Los síntomas de la presbiacusia se empiezan a notar paulatinamente y por eso a veces no le damos importancia. El doctor Juan Royo, especialista de la comunidad Viviendo el Sonido, nos propone responder a una serie de preguntas para comprobar si hay indicios de pérdida de audición. Más de tres respuestas positivas pueden indicarnos el desarrollo de presbiacusia, por lo que será conveniente una visita al especialista para una revisión auditiva.
- ¿Las personas hablan bajo, como si estuvieran murmurando?
- ¿No entiendo las conversaciones de varias personas hablando a la vez?
- ¿Pido a las personas que repitan lo que han dicho?
- ¿No oigo bien cuando hay ruido?
- ¿Respondo mal a las preguntas porque no las entiendo?
- ¿Me resulta difícil entender a las mujeres y a los niños cuando hablan?
- ¿No escucho bien al hablar por teléfono?
- ¿Se queja mi familia de que subo mucho el volumen del televisor?
- ¿Tengo pitidos en los oídos?
- ¿Me molestan mucho algunos ruidos?
El propio doctor Royo reconoce que aunque haya indicios de presbiacusia, muchos afectados y afectadas no toman medidas. El resultado, remarca, “es que estas personas se aíslan progresivamente en vez de tomar soluciones y adaptar unos audífonos pronto”.
Además, la intervención temprana es clave en este sentido: cuanto más tardemos en poner solución más le costará a nuestro cerebro adaptarse a volver a oír correctamente. GAES cuenta actualmente con más de 500 centros en España en los que poder concertar una primera visita.
Los audífonos, la mejor solución
Cuando se confirma un diagnóstico de presbiacusia, y teniendo en cuenta que no hay tratamiento farmacológico que pueda regenerar las estructuras envejecidas del oído, la mejor solución suelen ser los audífonos. La elección concreta del audífono dependerá del resultado de la audiometría realizada y será el especialista quién recomiende la mejor opción adaptada a cada persona, puesto que cada uno tenemos unas necesidades distintas.
En algunos casos también se propone trabajo de reeducación auditiva, con entrenamiento vocal a cargo de foniatras y logopedas, para recuperar la comprensión de palabras y su audición. Y en tipologías de presbiacusia especialmente severa o en personas con mala adaptación a los audífonos, los implantes auditivos también pueden ser una buena alternativa.
