El ruido rosa es un sonido grave y relajante que puede ayudar a combatir los acúfenos.
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El ruido rosa es aquel sonido considerado grave que se sitúa en el espectro de las frecuencias sonoras entre medias y altas. Además, se caracteriza por que su energía acústica disminuye según aumenta la frecuencia, lo que lo hace especialmente útil para tratar trastornos del sueño y hasta los pitidos en los oídos de los acúfenos.
De forma subjetiva, si tuviésemos que ejemplificar un ruido rosa, sería un ruido cálido y fricativo, como pronunciar la ‘f’ de forma sostenida. Otro sonido similar sería el de un piano u órgano. También se ajustaría a lo que se considera ruido rosa el rumor de una cascada o el sonido de lluvia a cierta distancia.
El ruido rosa presenta diferentes propiedades que permiten distinguirlo y le confieren singularidad:
Atendiendo a estas características de sonido grave y cálido, uniforme y cuya energía varía según la frecuencia, el ruido rosa se utiliza para meditar y también para conciliar el sueño. Y precisamente por estas características, puede servir además, como ocurre con el ruido blanco, para tratar los acúfenos, al permitir enmascarar los molestos pitidos subjetivos que oyen quiénes los padecen. De hecho, el ruido rosa, para muchas personas, resulta más relajante que el blanco, por lo cual se recomienda especialmente para ‘camuflar’ el tinnitus cuando es hora de dormir.
El ruido rosa también puede servir para tratar casos de hiperacusia moderada, si bien no hay consenso al respecto, pues no a todo el mundo le funciona. En todo caso, este tipo de sonido, al acentuar más las frecuencias graves que las agudas, suele ser muy bien tolerado por los afectados por esta patología del oído, en la que los sonidos agudos son los más molestos habitualmente.
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