Uno de cada tres españoles sufre otitis en verano

El calor siempre llega antes que el verano. De hecho, muchas playas ya están llenas los fines de semana. Y en cuestión de días, coincidiendo con el final de la temporada escolar, abrirán las piscinas. Por lo tanto, más opciones de bañarse y disfrutar de un buen baño. Pero también, como siempre, nos toca insistir en la necesidad de cuidar a nuestros oídos, pues a la otitis también le gusta el calor y el agua. De hecho, uno de cada tres españoles la sufren cada verano. Y los que la padecen, no quieren repetir la experiencia…

La otitis más común en la temporada estival es la conocida como otitis del bañista. El nombre es ilustrativo, pues se trata de una dolorosa infección producida por la entrada de agua y humedad prolongada en el conducto auditivo externo. Por lo tanto, no hay mejor antídoto que la prevención: secarse bienlo oídos tras el chapuzón. El doctor Juan Royo, uno de los expertos de la comunidad de salud auditiva Viviendo el Sonido, aconseja también los preparados en spray que secan la humedad del conducto auditivo y no dejan que se acumule el cerumen. No obstante, reconoce, “lo más efectivo es la utilización de tapones que se adapten bien a nuestros oídos y que eviten la entrada de agua”.

Pero no solo el agua provoca infecciones de oído. El abuso del aire acondicionado también puede ser una causa, al reducir la humedad del entorno y provocar un ambiente artificial frío y seco que afecta a las vías respiratorios y el oído. También la falta de agua y la consiguiente deshidratación puede provocar acúfenos, sobre todo por la disminución del volumen de sangre en circulación y la tensión arterial baja.

Como cada año, GAES recuerda el decálogo ideal para que nuestros oídos también se diviertan en verano:

  • Mantener las orejas limpias y secas tras cada baño.
  • Asegurarse de que el agua de la piscina o playa está limpia, bañarse en aguas contaminadas puede causar infecciones auditivas
  • Entrar al agua poco a poco para que el agua no entre bruscamente.
  • Utilizar protectores a medida, es el método más efectivo para que el agua no entre en los oídos.
  • Durante los viajes en avión, evitar dormirse en el aterrizaje y despegue. Puedes bostezar, mascar chicle o un caramelo para destaponar los oídos.
  • Tener especial cuidado con las corrientes de aire y aires acondicionados, a tus oídos no les va bien.
  • En los conciertos, ferias o fiestas populares hay que evitar exponerse a ruidos fuertes y a corta distancia.
  • Beber agua frecuentemente para evitar sufrir los mareos y acúfenos provocados por la deshidratación.
  • No introducir objetos en los oídos y, por tanto, evitar el uso de bastoncillos ya que pueden dificultar el sistema natural de limpieza que tiene el oído, provocando tapones.
  • Ante el menor síntoma o molestia, se ha de acudir al médico para que pueda tratar las infecciones de oído de manera prematura y evitar desarrollar un problema mayor.

 

 

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