La presbiacusia puede ser causada por una exposición continuada al ruido, malos hábitos del uso de reproductores musicales, traumatismos craneales, ruidos fuertes, efectos secundarios de algunos medicamentos, usar bastoncillos de algodón, no proteger adecuadamente los oídos al hacer natación y ciertas enfermedades que pueden perjudicar el sistema auditivo.
Se presenta con síntomas muy leves y paulatinos que apenas se logran percibir: mala comprensión de las palabras en lugares ruidosos, dificultad para identificar sonidos agudos, subir el volumen de la televisión, no poder seguir una conversación telefónica, concentrarse para escuchar y hablar más alto. A veces puede ir acompañada de zumbidos o silbidos en el oído.
La exposición diaria al ruido está directamente relacionada con el riesgo de sufrir un daño auditivo. A diario estamos expuestos a niveles de ruido que exceden de lo recomendado: el tráfico, en el gimnasio, en el cine, en el bar, en ciertos trabajos, etc. Si el nivel de ruido es muy fuerte, es recomendable usar tapones para los oídos, pudiendo reducir la agresión sonora de 20 a 30 dB.
Existe una única solución: la adaptación de audífonos. Una solución fácil, eficaz y cada día más efectiva. Sea cual sea el grado de pérdida auditiva, que en la presbiacusia nunca llegará a ser total, el audífono aumentará significativamente la calidad de vida. Lo importante es detectarla y tratarla con rapidez.