El taponamiento de los oídos, la sensación de oído «lleno» o de presión en este órgano son términos que, de manera genérica, indican una sensación subjetiva de tener los oídos taponados que afecta a uno o a los dos lados. Estos síntomas, que se manifiestan muy a menudo, se asocian habitualmente a una alteración o una reducción de la capacidad auditiva. Es importante especificar que la presión en los oídos y una disminución auditiva son fenómenos diferentes.
La presión en los oídos debido a ansiedad es una experiencia común en muchas personas. La ansiedad puede causar una serie de reacciones físicas en el cuerpo, incluida la sensación de presión en los oídos, debido a la forma en que el cuerpo responde al estrés. Las razones por las cuales la ansiedad puede generar esta sensación incluyen:
La presión en la cabeza y en los oídos, junto con mareos, puede ser causada por diversas condiciones, como:
La presión en los oídos y el dolor de cabeza pueden estar relacionados con varias condiciones, tales como:
La presión en el oído izquierdo puede estar relacionada con varias condiciones específicas. Una infección en el oído izquierdo, como una otitis media o externa, puede causar inflamación y acumulación de líquidos, lo que genera esa sensación de presión. También, la congestión nasal o una sinusitis unilateral que afecte el lado izquierdo puede obstruir la trompa de Eustaquio, provocando presión en el oído izquierdo. Problemas en la articulación temporomandibular (ATM) en ese lado, como tensión o inflamación, también pueden generar dolor y sensación de presión en el oído izquierdo. Además, la acumulación de cera o una infección dental en el lado izquierdo pueden provocar una sensación similar. Finalmente, el tinnitus unilateral en el oído izquierdo, que causa zumbidos o pitidos, también puede generar presión. Si esta presión persiste o va acompañada de otros síntomas como dolor o pérdida de audición, es importante consultar a un médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
La presión en el oído derecho puede deberse a problemas específicos que afectan exclusivamente ese lado. Una de las causas más comunes es una otitis media o externa derecha, donde la inflamación y acumulación de líquido en el oído generan la sensación de taponamiento. De manera similar, una sinusitis unilateral o congestión nasal del lado derecho pueden bloquear la trompa de Eustaquio, causando un desequilibrio en la presión únicamente en ese oído. Los problemas en la articulación temporomandibular (ATM) del lado derecho pueden provocar tensión muscular y presión en el oído correspondiente. También, una acumulación de cera en el canal auditivo derecho puede obstruirlo, aumentando la sensación de presión. Además, problemas dentales como infecciones en las muelas del lado derecho pueden irradiar molestias hacia el oído derecho debido a la proximidad anatómica y la conexión nerviosa.
Todos los fenómenos patológicos que afecten a estas áreas pueden ser causa de presión en el oído. Pueden provocar el taponamiento auricular:
Una alteración en el funcionamiento de la trompa de Eustaquio (pequeño conducto que comunica la parte posterior de la boca con el oído medio) determina una alteración de la aireación correcta del oído medio y dificultades para compensar cualquier cambio de presión entre las dos superficies del tímpano (por ejemplo, cuando se sube a la montaña o a un avión).
En el interior de la trompa de Eustaquio puede quedar bloqueada mucosidad, y por ello a veces se oyen ruidos suaves cuando esta se desplaza siguiendo el movimiento de la cabeza (por ejemplo, cuando se apoya la cabeza en el cojín), cuando se mastica o se bosteza. Esta es una de las explicaciones de la conexión entre zumbidos en los oídos y presiión en el oído.
La terapia recurre a las intervenciones necesarias para mantener una aireación correcta del oído medio, esto es, la eliminación del moco —insuflaciones tubotimpánicas—, la corrección del tabique nasal en caso de desviación y la descongestión de los cornetes en caso de hipertrofia de estos.
La sensación de oído taponado a menudo se interpreta como el síntoma subjetivo de hidropesia endolinfática que afecta el oído interno: identificada como el fenómeno clave de la enfermedad de Ménière, está provocada por el aumento de un líquido (endolinfa) contenido, en cantidades muy pequeñas, en el interior de los órganos encargados del control del equilibrio (laberinto). Al aumentar de volumen la endolinfa provoca acúfenos, una reducción de la capacidad auditiva y también vértigo. Esta triada de síntomas, junto con la sensación de oído taponado, caracteriza el síndrome de Ménière.
Por lo tanto, es evidente que siempre es necesario que un médico especialista valore con atención la sensación de presión en el oído, mediante una exploración directa del oído —otoscopia— y pruebas instrumentales, como la revisión audiométrica y la impendanciometría, con las cuales podrá identificar la causa del trastorno y aconsejar el tratamiento más adecuado.
La otitis externa es uno de los factores responsables de la sensación de presión en los oídos. Esta inflamación aguda o crónica del conducto auditivo, llamada también otitis del nadador, se ve favorecida por la presencia de agua estancada en las orejas. A menudo esta molestia se manifiesta con una inflamación también en la piel, con enrojecimientos, irritaciones, hinchazones y eczema. Los síntomas son:
Las soluciones para la otitis externa consisten en terapia con antibióticos en caso que tenga origen bacteriano o en terapia antimicótica si surge por la presencia de hongos. Además, en el proceso de curación es fundamental la limpieza del conducto, que debe ser realizada por el especialista durante la visita.
Otra causa puede ser la presencia de cuerpos extraños, como pequeños objetos o insectos, en el canal auricular. En este caso, la primera cosa que hay que hacer es inclinar la cabeza hacia el lado del oído que duele para facilitar la salida del cuerpo extraño. Si esta maniobra no resuelve el problema, es mejor no intentar sacar nosotros mismos el objeto; será necesario dirigirse con urgencia a un otorrinolaringólogo que, con los instrumentos adecuados, podrá liberar el canal auditivo sin dañar el tímpano.
Un simple tapón de cera que afecta al oído externo es quizá la causa más frecuente de presión en el oído. Este fenómeno es la consecuencia directa de la presencia, a nivel del conducto auditivo externo, de receptores específicos (barorreceptores) que detectan las variaciones de presión. La acumulación de material ceruminoso y de restos en el conducto auditivo externo, si se provoca el cierre total del conducto, determina la consiguiente sensación de presión en el oído y la reducción de la capacidad auditiva. La disminución en el oído es transitoria, ya que, al eliminar el tapón de cera, el oído vuelve al estado anterior.
Si el oído se cierra o se tapona después de un vuelo, cuando se sube en el ascensor, después de pasar por túneles en los trenes de alta velocidad o en circunstancias similares, estas técnicas son útiles para destaparlo.
El chicle es una buena solución para obtener la ecualización de la presión en los oídos sobre todo durante el vuelo. Si la presión en los oídos persiste después del vuelo y las técnicas para ecualizarla no hacen efecto, un spray nasal descongestionante puede ser una solución eficaz. Si la compensación de la presión en el oído no tiene éxito y el problema persisten durante más de dos días, es mejor consultar con un otorrino.
Cuando atravesamos un túnel en tren o despegamos y aterrizamos en avión, a menudo notamos una fuerte presión en los oídos. Normalmente esta presión supone una simple molestia y no un peligro real. Sin embargo, ¿qué sucede exactamente en el oído en estas situaciones?
En la parte profunda del conducto auditivo, se encuentra el tímpano. Es elástico, transmite las vibraciones del sonido a los órganos sensibles del oído medio e interno y cierra el oído herméticamente. Si cambia la presión del aire, el tímpano puede hincharse debido a una subida o bajada de presión en el oído, dando la clásica sensación de oído taponado.
En este caso, es necesario igualar la presión en el oído. Esto se produce con el equilibrado del aire a través de la trompa de Eustaquio. Existen varios métodos para ecualizar la presión, que funcionan de manera diferente y que se tratarán con más detalle en el próximo párrafo.
Las cabinas de los aviones y de los trenes de alta velocidad están fabricadas de manera que se excluye casi completamente la presión externa. A pesar de ello, la mayor parte de las personas nota una fuerte presión en los oídos. En este caso, los tapones para los oídos pueden ser útiles si este órgano es especialmente sensible (por ejemplo, en el caso de los niños). Gracias a su elasticidad, reducen la presión en el tímpano.
Otra situación delicada, sobre todo en verano, puede presentarse si ha quedado agua en el oído y en estas condiciones se toma un avión y se sufre la consiguiente presión en los oídos. En este caso es posible que se desarrolle una otitis media, sobre todo en los niños.
Para muchas personas, uno de los primeros síntomas de un catarro es la sensación de tener los oídos tapados. Si la causa de la presión en los oídos es un catarro, habitualmente el médico aconseja el uso de un spray nasal descongestionante. Es importante destapar los oídos cuando se sufre un resfriado, ya que también podría ser síntoma del desarrollo de una otitis media. Además del spray nasal descongestionante, las inhalaciones de vapor balsámico pueden ayudar a activar el drenaje del moco y reducir la presión del oído cuando se sufre un catarro.
A veces los niños se quejan de presión en los oídos y sensación de oído tapado, incluso una vez superado el catarro. En este caso, la causa podría ser un derrame timpánico, que llevaría también a la reducción de la capacidad auditiva. En este caso, es necesario visitar un pediatra, normalmente un derrame timpánico puede tratarse simplemente con la introducción de tubos de ventilación. En este caso, es necesario actuar en la fase inicial para evitar afectaciones en el desarrollo del lenguaje y problemas sociales.
El zumbido en los oídos (tinnitus) causado por la presión arterial alta puede mejorar al abordar directamente la condición subyacente. A continuación, se presentan algunas medidas que pueden ayudar:
Control de la presión arterial:
Reducir el estrés:
Mejorar la alimentación:
Evitar estimulantes:
Actividad física regular:
Consulta médica:
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