A menudo, el dolor en los oídos puede presentarse junto a molestias en la mandíbula y hacerse incapacitante. Encontrar la causa es fundamental para evitar tanto problemas ulteriores como que la molestia se alargue durante demasiado tiempo. He aquí algunas causas, síntomas y cómo tratar el dolor en el oído y la mandíbula.
El oído y la mandíbula son dos partes del cuerpo muy distintas pero anatómicamente muy cercanas: no es raro notar dolor en la mandíbula y en el oído al mismo tiempo.
Este puede originarse en una de las dos zonas, o en otro lugar e irradiarse a esta parte de la cara. La mandíbula y el oído, además de estar cerca desde un punto de vista físico, están conectados por ligamentos, entre otros el de Pinto, que une la articulación temporomandibular al oído. Además, los nervios de la mandíbula y los del oído también están conectados desde un punto de vista neurológico.
También las infecciones en la boca y en los oídos pueden provocar dolor en los dos lugares, tanto si la causa desencadenante está localizada en los dos sitios como si el origen es uno de los dos y después irradia al otro.
Una infección en el oído puede provocar dolor en el interior, alrededor y detrás de este órgano. También se puede propagar también hasta la mandíbula y los senos paranasales. Normalmente cursa con hinchazón en las encías o dolor en la zona dental. Si el dolor llega a la mandíbula, significa que la infección se está extiendiendo y es necesario acudir de forma inmediata al médico.
Los dolores en la mandíbula y en los oídos pueden estar provocados también por problemas dentales y por complicaciones en la cavidad oral: caries, gingivitis, enfermedades parodontales son todas consecuencias de una mala higiene oral que, si no se tratan, estimulan la proliferación de bacterias y por lo tanto de infecciones bacterianas a menudo graves. También el bruxismo, esto es, el rechinar de los dientes, puede provocar dolores no solo en la parte afectada, sino que irradian hasta el oído, a causa de la fricción de las dos arcadas dentales y generan dolor en los músculos encargados de la masticación.
En estos casos, los síntomas concomitantes pueden ayudar al médico a localizar el problema y saber cuál es el tratamiento más adecuado.
El aparato oral y el aparato auditivo conviven en una relación mutua de toma y daca.
El dolor de cabeza, o cefalea, es un dolor localizado en esta parte del cuerpo o en la zona superior del cuello. Está provocado por una alteración de los mecanismos que activan y afectan a las estructuras sensibles al estímulo del dolor, pero aún no está claro por qué se activan las señales de dolor.
El dolor de cabeza se divide en dos tipos: cefaleas primarias, que casi nunca están provocadas por una causa sino que dependen de una predisposición genética, de causas internas del organismo, de factores desencadenantes o que surgen después de un trauma; o cefaleas secundarias, que presentan un síntoma específico y se asocian a varias condiciones, originadas por diferentes causas.
El dolor en la masticación es molesto en las sienes, en el área alrededor del oído, en las mejillas y hasta el cuello. La causa del problema son los problemas temporomandibulares; a veces debidos a una inflamación del nervio trigémino o asociado a chasqueos o ruidos de la articulación durante la masticación. Entre otros, podrían deberse a la artritis, artrosis, bruxismo, pero también otitis, sinusitis y parodontitis.
Localizar el origen de la molestia es sin duda el primer paso pero, en los casos más leves, los antiinflamatorios y las compresas calientes o frías pueden ayudar. Si aparece junto con el bruxismo, un mordedor puede aliviar la presión en la mandíbula y, en consecuencia, el dolor.
El diagnóstico del dolor en la mandíbula y los oídos pasa por una consulta con el médico de confianza o con un especialista, con el que se debe contactar sobre todo en caso de signos de infección, como fiebre e hinchazón, si el dolor aparece después de un accidente y si, a pesar del tratamiento, los síntomas no mejoran; además también es necesario buscar atención médica inmediata si el dolor es insoportable: en este caso, puede ser útil dirigirse inmediatamente a un centro sanitario.
El tratamiento del dolor en la mandíbula y en los oídos varía según el diagnóstico: si es una consecuencia de un problema temporomandibular se resuelve sin tratamientos especiales pero, en todos los otros casos o en presencia de dudas sobre cuál es la causa, es conveniente dirigirse a un médico o a un especialista que analice el caso y encuentre el mejor tratamiento.
Alivia relajar la musculatura con masajes o compresas calientes o frías en las áreas con dolor, así como el estiramiento mandibular, además de una correcta higiene oral para reducir la presencia de bacterias en la cavidad oral. También ayuda tomar alimentos blandos, que no supongan un esfuerzo excesivo en la masticación. Por supuesto, siempre es útil reducir el estrés.
El audífono no tiene ningún efecto sobre el dolor de oídos y de mandíbula, pero sin duda una consulta con el audioprotesistema o con un especialista del oído puede ayudar a encontrar la terapia del sonido más adecuada o si procede modificar la que está en curso, sobre todo si, además del dolor, aparecen acúfenos. Reservar una consulta es el primer paso para aliviar los dolores, mejorar la calidad de vida y oír mejor.
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