Seguramente si observamos sangre en nuestro oído o en el de una persona cercana, nuestra primera reacción será una cierta alarma porque se trata de una situación poco habitual. Sin embargo, debemos pensar que hay causas leves que pueden provocar esta situación, por lo que es importante mantener la calma y consultar a un especialista para detectar el origen del sangrado.
La otorragia izquierda es el sangrado que proviene del oído izquierdo. Puede deberse a diversas causas, como traumatismos en el oído o la cabeza, infecciones como otitis media o externa, ruptura del tímpano por presión o barotrauma, lesiones por manipulación, o problemas más serios como fracturas de cráneo o tumores.
Este sangrado puede ir acompañado de otros síntomas como dolor, pérdida de audición, zumbidos o mareos, dependiendo de la causa subyacente. Es importante buscar atención médica para determinar la causa exacta y recibir tratamiento adecuado, ya que no es normal que el oído sangre y puede indicar daño interno o una condición grave.
La otorragia bilateral es el sangrado que proviene de ambos oídos al mismo tiempo, y aunque es menos común, puede ser un signo de una condición grave. Las causas principales incluyen traumatismos severos, como golpes o fracturas de cráneo, que pueden dañar estructuras cercanas a los oídos. También puede ser provocada por infecciones graves, como la otitis media aguda bilateral, que provoca presión en los tímpanos y puede llevar a su ruptura.
Además, trastornos de la coagulación sanguínea, como la hemofilia o el uso de anticoagulantes, pueden causar sangrado en ambos oídos. Tumores, pólipos o complicaciones tras cirugías también pueden generar este tipo de sangrado. La otorragia bilateral debe ser evaluada por un médico de inmediato, ya que puede indicar una condición seria que necesita tratamiento urgente.
Como el sangrado del oído es un síntoma de otra afección, su tratamiento incluye la identificación de la causa raíz. Cuando la causa es tratada, el sangrado se detendrá. Los tratamientos a considerar incluyen:
La ausencia de dolor puede ser indicativa de condiciones menos inflamatorias o más crónicas, como:
Esto generalmente indica algún tipo de lesión, inflamación o infección. Las posibles causas incluyen:
Una reacción habitual es utilizar bastoncillos para intentar limpiar la sangre y es una reacción que es necesario evitar. En ningún caso es un procedimiento recomendable, ya que no se puede perder de vista que, en algunas ocasiones, el uso de bastoncillos o la introducción de otros objetos extraños en el oído pueden ser precisamente la causa del sangrado.
Esto puede ocurrir porque el uso frecuente de bastoncillos de algodón pone a prueba la piel delgada del conducto auditivo. Las pequeñas grietas en la piel se forman rápidamente y pueden sangrar profusamente debido a la buena circulación de sangre en los oídos y solo sanan muy lentamente, ya que la piel delgada necesita más tiempo para regenerarse. Por lo tanto, es importante eliminar cuidadosamente el cerumen para que la piel del oído no se dañe y utilizar métodos diferentes a la limpieza con un bastoncillo de algodón.
Si el tímpano presenta lesiones menores, poco sangre sale del oído, a diferencia de cuando hay una perforación. El tímpano está bien protegido, al estar al final del conducto auditivo.
Aunque es una membrana delgada, se mantiene estable por las fibras de los tejidos internos y contiene solo unos pocos vasos sanguíneos. Esto significa que hay poco sangrado en caso de lesión del tímpano, que es bastante resistente y por lo tanto permite que las lesiones menores generalmente se curan rápidamente y sin problemas excesivos.
Las causas de un sangrado en el oído son diversas y también pueden revestir diferente gravedad. Entre esas causas aparecen especialmente:
La sangre en el oído de un adulto es un síntoma que debe ser evaluado cuidadosamente, ya que puede tener diversas causas, desde lesiones leves hasta afecciones más serias. Las razones principales incluyen:
Es fundamental buscar atención médica, especialmente si el sangrado se acompaña de síntomas como dolor intenso, fiebre, pérdida de audición, secreciones persistentes o antecedentes de traumatismo. Un otorrinolaringólogo puede realizar una evaluación adecuada para determinar la causa y el tratamiento necesario.
En el caso de niños, niñas o bebés es más evidente la necesidad de consultar con un especialista el origen del sangrado, también seguramente es más alarmante para sus padres y sus madres. La causas más común puede ser una otitis o dolor de oído, común en los más pequeños, pero también puede deberse a una manipulación involuntaria (sobre todo en el caso de bebés) o a la introducción de cualquier objeto extraño, o incluso debido a un golpe que podría tener consecuencias más graves.
El cerumen con trazas de sangre es causado generalmente por heridas menores y se acompaña de un sangrado mínimo del oído y de pequeñas cantidades de sangre presentes en el cerumen. Estos casos a menudo se resuelven solos. Si hay otros síntomas, es mejor que consulte a su médico para evitar complicaciones a largo plazo como pérdida de audición o meningitis que pueden derivarse de una infección.
De hecho, otra causa potencial de sangrado del oído en bebés y niños podría ser la otitis media. Otras indicaciones son cansancio severo y fiebre en niños.
El médico que le atiende en caso de hemorragia del oído elaborará una anamnesis detallada. Primero, se le preguntará sobre cualquier enfermedad familiar y personal previa, así como otros síntomas presentes además de la hemorragia. En caso de hemorragia grave del oído, también se preguntan sobre posibles episodios de violencia accidentales o causados por terceros. Después, el conducto auditivo se examina con un otoscopio. De esta manera se puede reconocer rápidamente una inflamación o un daño en el tímpano. Sin embargo, si la hemorragia en el oído es resultado de un accidente, se realiza una tomografía computarizada para diagnosticar posibles fracturas del cráneo.
Pueden surgir varias complicaciones si la causa del sangrado en el oído y la otorrragia no se trata. La complicación que puede ocurrir depende del diagnóstico y de los síntomas:
Deberías consultar a un médico en caso de:
Aunque no siempre indica algo grave, la sangre en el oído nunca debe ignorarse, ya que podría ser un signo de daño interno o una complicación más seria. De hecho, la sangre en el oído puede ser una señal de daño o una afección subyacente que necesita atención médica.
Como ya anticipado, las causas comunes de sangre en el oído:
Cuándo preocuparse:
La sangre en el oído es más preocupante si se acompaña de síntomas como:
Qué hacer:
Si al limpiarte el oído observaste sangre, sigue estos pasos para manejar la situación y evitar complicaciones:
Mientras esperas la consulta médica, mantén el oído seco y protegido. Evita usar auriculares o exponerte a ruidos fuertes hasta que un especialista descarte lesiones mayores.
No es una condición normal que el oído sangre con otitis, pero puede ocurrir en ciertos casos y suele indicar una complicación o una etapa avanzada de la infección. Las razones más comunes incluyen:
Si tienes otitis y observas sangre en el oído, es importante buscar atención médica de inmediato. El médico podrá evaluar la extensión del daño, tratar la infección y prevenir complicaciones adicionales como pérdida auditiva o infecciones más profundas.
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