Probablemente has oído hablar de los cristales del oído. Cuando los especialistas en otorrinolaringología se refieren a este tema, a menudo se están refiriendo al vértigo causado por un problema en el oído interno. Cada año, 4 millones de adultos se ven afectados por trastornos relacionados con las piedras del oído interno. Pero ¿qué son estos cristales? ¿De dónde vienen y por qué pueden influir en nuestro equilibrio?
Las piedras en el oído pueden tener muchos nombres: otolitos, estatolitos, otoconias o estatoconias. Son cuerpos minerales presentes en el sistema vestibular del oído interno que miden de 3 a 19 μm (micrometros) y que están formados por cristales de carbonato de calcio (CaCO₃) de forma oblonga. Los otolitos están incorporados en un material gelatinoso, la membrana otolítica, que se apoya en las células ciliadas. Todo ello está sumergido en la endolinfa de la cóclea, de manera que los otolitos pueden desplazarse y sus movimientos se perciben en tres dimensiones.
Cuando cambia la posición de la cabeza y no es vertical, los otolitos son arrastrados por su peso y siguen apretando verticalmente en la parte superior de los cilios, aunque la base ya ha cambiado de posición: el ángulo del cilio permite transmitir al cerebro información sobre la posición de nuestro cuerpo. Los cristales en el oído tienen un papel importante en el reequilibrio del organismo.
Para mantener el cuerpo en equilibrio, el cerebro utiliza la información transmitida por los ojos, los oídos y los sensores propioceptivos de los pies. Si las señales recibidas no son coherentes, el cerebro no puede entender esta información: la persona puede sufrir vértigo o mareos, que pueden provocar una caída. Estos vértigos que tienen origen en el oído interno se conocen también como «vértigos posicionales» o VPPB (vértigo posicional paroxístico benigno). Si bien pueden ser muy desagradables y afectar de forma importante a nuestro día a día, como indica su nombre el VPPB es benigno. 2 de cada 3 vértigos están provocados por un problema en el oído interno.
¿Por qué se rompen los cristales de los oídos? ¿Por qué se mueven? Las causas son múltiples y pueden ser bacterianas, virales, degenerativas o por traumas. Sin embargo, se registra una concentración de casos de vértigo debidos a los otolitos en las mujeres a partir de los 50 años.
Pueden ser consecuencia de un trauma craneal (deporte, descompresión violenta durante un viaje en avión) pero se producen también sin causa aparente. Probablemente el estrés no tiene un papel en la aparición del vértigo por cristales en el oído, pero puede ser una consecuencia, ya que las personas proclives al vértigo a menudo tienen miedo de caerse y hacerse daño.
Como mencionado anteriormente, aunque el estrés no afecta directamente a los otolitos, sì puede influir indirectamente en el sistema vestibular (que incluye los otolitos) y desencadenar problemas de equilibrio o vértigo.
Relación entre otolitos y estrés:
Normalmente las piedras en el oído aparecen de forma imprevista. A menudo, los afectados y afectadas describen síntomas como una sensación de estar en un barco y tener vértigo. Pero no se trata de un mareo. Las personas sufren vértigo cuando pasan de la posición de pie a estar estiradas o de estar estirados al sentarse. Los síntomas se manifiestan también con movimientos imprevistos de la cabeza. El vértigo puede estar acompañado de nistagmo (movimientos involuntarios incontrolados de los ojos).
El vértigo no provoca dolor. En cuanto a la gravedad varía de una persona a otra y puede estar acompañada de náuseas y vómito. El vértigo puede durar desde pocos días a varias semanas, desaparecer de manera imprevista y luego volver a presentarse.
En caso de vértigo, el otorrinolaringólogo analiza las reacciones oculares del paciente y realiza un examen vestibular (esto es, del oído interno). En algunos casos, puede proponernos un TAC o una resonancia magnética.
Sí, en muchos casos, los otolitos pueden acomodarse solos, volviendo a su lugar por sí mismos con el tiempo, remitiendo en este caso los síntomas de vértigo (pueden desaparecer) sin intervención. Sin embargo, en otros casos, los cristales pueden permanecer fuera de lugar y causar molestias continuas. Si los otolitos no se acomodan solos o el vértigo persiste, como hemos mencionado anteriormente, existen maniobras de reposicionamiento, como la maniobra de Epley, que son realizadas por profesionales de la salud para que los cristales retornen a su ubicación correcta. Estas maniobras son muy efectivas para tratar el VPPB y restablecer el equilibrio.
En algunos casos, puede realizarse un TAC o una resonancia magnética. El tratamiento es sencillo:
Sin embargo, si el vértigo es demasiado acusado, pueden recetarse fármacos intratimpánicos. En más del 80% de los casos, el vértigo desaparece después de una sola intervención. Pero solo un otorrinolaringólogo puede llevar a cabo un diagnóstico preciso y determinar las causas del vértigo y el tratamiento a realizar, pudiendo incluso derivar el paciente a un audioprotesista, como los que están disponibles en GAES, para realizar un control del oído.
En algunos casos, los cristales pueden desplazarse a áreas incorrectas del oído interno, lo que provoca un trastorno conocido como vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), un tipo de mareo asociado con los movimientos de la cabeza.
Si tienes VPPB o sientes mareos relacionados con el desplazamiento de los cristales, es importante buscar atención médica. En general, el tratamiento para "acomodar" los cristales o restablecer su posición incluye una serie de maniobras específicas que un profesional de la salud puede realizar.
Si tienes VPPB o sientes mareos relacionados con el desplazamiento de los cristales, es importante buscar atención médica. En general, el tratamiento para "acomodar" los cristales o restablecer su posición incluye una serie de maniobras específicas que un profesional de la salud puede realizar. A continuación, las maniobras más comunes:
Esta es una de las técnicas más utilizadas para restablecer la posición correcta de los cristales en el oído interno. Aunque debe ser realizada por un médico o fisioterapeuta especializado, la maniobra de Epley sigue estos pasos:
Esta maniobra ayuda a mover los cristales fuera de los canales semicirculares del oído interno y devolverlos a su lugar.
La Maniobra de Semont (o maniobra de salto) es otra técnica de reposicionamiento utilizada en algunos casos, especialmente cuando la maniobra de Epley no es efectiva.
Consideraciones importantes:
Cómo se realiza la maniobra de Semont:
Si tienes VPPB o sientes que los cristales de tu oído están desplazados, es crucial no intentar resolverlo sin la guía de un médico, ya que un diagnóstico incorrecto puede empeorar la condición. Un otorrinolaringólogo o fisioterapeuta especializado en trastornos del equilibrio puede indicarte el tratamiento adecuado.
Quizás no nos damos cuenta, pero una de las ventajas de los audífonos es que mejoran el equilibrio a largo plazo. En los estudios realizados en personas ancianas, los trabajadores sanitarios han detectado que los pacientes que utilizan audífonos mantienen el equilibrio y el movimiento durante más tiempo que los que no lo usan, y obteneniendo mejores resultados en los ejercicios que los médicos otorrinolaringólogos realizan como parte de las pruebas.
Para tratar la pérdida auditiva y los problemas de equilibrio, GAES ofrece diversas gamas de audífonos a precios accesibles.
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