
La prueba de Romberg es necesaria para diagnosticar pérdida de equilibrio y ataxia. Analicemos cómo se efectua y qué hacer en caso de un resultado positivo o negativo.
La prueba de Romberg, también llamada test de Romberg o maniobra de Romberg, es una prueba neurológica muy común que se utiliza en el campo ORL y neurológico para diagnosticar trastornos relacionados con la pérdida del equilibrio y la coordinación motora (ataxia).
El vértigo, el mareo y la dificultad para coordinar los movimientos y mantener el equilibrio pueden ser síntomas de diferentes patologías: entre ellas, trastornos del aparato vestibular, como laberintitis, enfermedad de Ménière, vértigo posicional paroxístico benigno, o patologías relacionadas del sistema nervioso central, migrañas, neuropatías, neoplasias, accidentes cerebrovasculares y ataxias cerebelosas.
La prueba de Romberg es muy sencilla y no requiere preparación ni herramientas. Generalmente se realiza durante una visita a un especialista neurológico y otorrinolaringológico o un examen vestibular.
La capacidad de mantener el equilibrio o las oscilaciones o las caídas en ambas fases de la prueba (con los ojos abiertos y los ojos cerrados) dan información clara sobre la presencia de patologías al especialista que realiza la exploración. Las oscilaciones con los ojos abiertos, de hecho, podrían ser el síntoma de una lesión cerebelosa, mientras que las oscilaciones con los ojos cerrados podrían ser el síntoma de una patología ligada al sistema vestibular. Debe tenerse en cuenta que las ligeras fluctuaciones en ambas pruebas son absolutamente fisiológicas y, por lo tanto, no son patológicamente significativas. También son posibles falsos positivos para esta prueba: la inestabilidad durante la prueba, de hecho, podría ser causada por trastornos de ansiedad.
La inestabilidad postural y la incapacidad de mantener el equilibrio durante la prueba de Romberg, incluso con los ojos abiertos, se remontan a la ataxia cerebelosa, es decir, causada por una lesión en el cerebelo. Este trastorno neurodegenerativo tiene diversos grados de gravedad y puede provocar, además de inestabilidad y falta de coordinación de movimientos, también dificultades para articular palabras, escribir y controlar los movimientos oculares.
Se puede realizar una prueba adicional a través de la prueba dedo-nariz: el paciente en posición vertical debe extender el brazo y luego tocar la punta de la nariz con el dedo índice. La ataxia hace que esta simple acción sea compleja. En caso de sospecha de ataxia cerebelosa, es necesario consultar a un neurólogo que prescribirá una serie de pruebas para dar un diagnóstico determinado y elaborar un plan terapéutico y rehabilitador.
La prueba de Romberg se considera positiva cuando el paciente no logra mantener el equilibrio con los ojos cerrados. En estos casos se diagnostica ataxia de información, que puede deberse a un déficit de la sensibilidad propioceptiva, y en este caso las oscilaciones van en todas direcciones, o bien a una disfunción del sistema vestibular, y luego el paciente tiende a oscilar siempre hacia el misma dirección, es decir, el lado afectado por el déficit. El otorrinolaringólogo evalúa sobre la base del resultado si son necesarias más pruebas o qué terapias prescribir.
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