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Vértigo y mareos por dolor cervical

Síntomas, ejercicios y tratamiento para vértigo y mareo cervical

El vértigo y los mareos cervicales, causados por tensiones o lesiones en el cuello, pueden afectar a la calidad de vida. Reconocer los síntomas, realizar ejercicios adecuados y seguir un tratamiento efectivo son clave para aliviar esta condición y recuperar el bienestar.

¿Qué es el dolor cervical?

El dolor cervical, también conocido como cervicalgia, es una molestia o dolor localizado en la región del cuello, donde confluyen músculos, vértebras cervicales, ligamentos y nervios. Este dolor puede estar causado por tensiones musculares, malas posturas, lesiones, enfermedades degenerativas (como la artrosis) o hernias discales. A menudo, puede acompañarse de rigidez, dificultad para mover el cuello y, en casos más graves, síntomas como mareos, cefalea o dolor que irradia hacia los brazos.

Dolor cervical y mareos

El dolor cervical a menudo puede causar mareos. Los mareos por dolor cervical son un fenómeno que ocurre cuando las alteraciones en la región del cuello afectan a su vez al equilibrio y la percepción espacial.

Test de mareo cervical

El test de mareo cervical se utiliza para evaluar si el mareo o la sensación de inestabilidad del paciente está relacionado con problemas cervicales, como la artrosis cervical, contracturas o disfunciones del cuello. Esta prueba permite identificar si el origen de los mareos proviene de alteraciones en la región cervical o si hay otras causas subyacentes. A continuación os compartimos los principales test de mareo cervical:

 

1. Test de rotación cervical

  • Qué se hace: El paciente gira la cabeza de un lado a otro.
  • Indica: Mareos al mover el cuello, señal de problemas cervicales.

2. Test de compresión cervical

  • Qué se hace: Se aplica presión ligera sobre la parte superior de la cabeza.
  • Indica: Mareos o dolor, posible compresión cervical.

3. Test de Spurling

  • Qué se hace: Se gira la cabeza hacia un lado y se aplica presión hacia abajo en el cuello.
  • Indica: Mareos o dolor irradiado, indicio de compresión nerviosa cervical.

4. Test de extensión cervical

  • Qué se hace: El paciente inclina la cabeza hacia atrás.
  • Indica: Mareos o dolor al extender el cuello, relacionado con disfunciones cervicales.

5. Test de Dix-Hallpike (en algunos casos)

  • Qué se hace: Se coloca al paciente en una posición específica para observar la respuesta al movimiento de la cabeza.
  • Indica: Mareos o vértigo, aunque más común en trastornos vestibulares, pero útil también para descartar causas cervicales.
Audioprotesista con bata blanca habla con una pareja sentada en una sala de consulta.

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Vértigo cervical

El vértigo cervical, también conocido como vértigo cervicogénico, es una condición en la que alteraciones en la región cervical (cuello) afectan a la percepción del equilibrio, provocando episodios de vértigo o sensación de movimiento giratorio, inestabilidad y desorientación espacial. Aunque no es un diagnóstico ampliamente aceptado en todos los contextos médicos, su detección asocia comúnmente con problemas musculoesqueléticos o neurológicos en el cuello.

Síntomas de mareos y vértigo cervical

  • Sensación de vértigo o giro, especialmente al mover el cuello;
  • Desequilibrio o inestabilidad: dificultad para mantenerse de pie o sensación de pérdida de estabilidad;
  • Dolor o rigidez en el cuello: tensión, contracturas o dolor en la región cervical que pueden empeorar con ciertos movimientos;
  • Náuseas y dificultad para concentrarse: como resultado del vértigo o el desequilibrio;
  • Visión borrosa o alteraciones visuales: dificultad para enfocar, especialmente durante movimientos rápidos del cuello.

Causas del vértigo cervical

El vértigo cervical puede ser causado por varios factores, entre ellos:

  1. Pinzamiento o hernia cervical: Comprime los nervios o arterias en la zona del cuello, afectando el equilibrio;
  2. Tensión muscular: Los músculos del cuello rígidos pueden interferir con el sistema vestibular;
  3. Artritis cervical: La degeneración de las articulaciones cervicales puede afectar el flujo sanguíneo y los nervios;
  4. Mala postura: Puede generar un desequilibrio en la alineación de la cabeza y el cuello, provocando mareos;
  5. Lesiones o trauma: Un golpe o movimiento brusco puede afectar las vértebras cervicales y causar vértigo.

Artrosis cervical y mareos

La artrosis cervical es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones de la columna en la zona del cuello, provocando el desgaste progresivo del cartílago que recubre las vértebras. Con el tiempo, esta degeneración puede comprometer no solo los huesos, sino también los discos intervertebrales, ligamentos y nervios, generando diversos síntomas, entre ellos mareos o vértigo.

Los mareos asociados a la artrosis cervical suelen deberse a la compresión de las arterias vertebrales, encargadas de llevar sangre al cerebro, o a la irritación de los nervios cervicales. La reducción del flujo sanguíneo en esta zona puede afectar el equilibrio y la percepción de estabilidad.

Contractura cervical y mareos

La contractura cervical es una rigidez o tensión en los músculos del cuello que puede provocar molestias como dolor, dificultad para mover la cabeza y, en algunos casos, sensación de mareo o vértigo. Estos síntomas pueden aparecer cuando la tensión muscular afecta estructuras nerviosas o vasos sanguíneos en la zona cervical, alterando el equilibrio.

Rectificación cervical y mareos​

La rectificación cervical es la pérdida de la curvatura natural de la columna en la zona del cuello, lo que puede generar tensión muscular, compresión nerviosa y alteraciones en la circulación sanguínea. Esta condición puede estar relacionada con síntomas como dolor, rigidez y, en algunos casos, mareos o vértigo.

Los mareos pueden producirse cuando la rectificación cervical afecta las arterias vertebrales, reduciendo el flujo sanguíneo al cerebro, o cuando se irritan los nervios responsables del equilibrio. Factores como malas posturas, estrés y problemas degenerativos pueden agravar la situación. Un tratamiento adecuado, que incluya fisioterapia y corrección postural, puede ayudar a reducir los síntomas.

Tensión cervical y mareos​

El dolor y la tensión cervical son problemas comunes que pueden estar asociados con síntomas como mareos o vértigo. La rigidez en los músculos del cuello, causada por malas posturas, estrés o esfuerzo prolongado, puede comprimir nervios y vasos sanguíneos, afectando el flujo de sangre al cerebro y la función del sistema vestibular.

Cuando la tensión cervical interfiere con la circulación o la transmisión nerviosa, puede generar una sensación de inestabilidad, aturdimiento o incluso vértigo. Para aliviar estos síntomas, es recomendable mejorar la postura, realizar ejercicios de estiramiento y fortalecer la musculatura cervical, además de acudir a un especialista si los mareos persisten.

Espondilosis cervical y mareos

La espondilosis cervical y el pinzamiento cervical pueden provocar mareos como consecuencia del deterioro de los discos intervertebrales y las articulaciones del cuello. Esta degeneración puede comprimir las arterias vertebrales o las raíces nerviosas, alterando el flujo sanguíneo hacia el cerebro y afectando el equilibrio y la orientación espacial.

Pinzamiento cervical y mareos​

El pinzamiento cervical puede causar mareos cuando los nervios o vasos sanguíneos en la zona del cuello se comprimen, afectando el flujo sanguíneo al cerebro o alterando el equilibrio. Esto puede ocurrir por una hernia, artritis o tensión muscular excesiva en la columna cervical. Los mareos asociados con un pinzamiento cervical pueden incluir sensación de inestabilidad, vértigo o náuseas.
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Hernia cervical y mareos

La hernia cervical se refiere a la protrusión de uno de los discos intervertebrales en la región cervical de la columna vertebral. Esta condición puede causar diversos síntomas, incluyendo mareo. Números de hernias cervicales y mareos:

  • Hernia cervical C4-C5 y mareos: La hernia en C4-C5 puede provocar mareos debido a la presión sobre las raíces nerviosas que afectan el equilibrio;
  • Hernia cervical C5-C6 y mareos: En C5-C6, los mareos pueden aparecer al mover el cuello, resultando de la compresión del nervio que interfiere con la información vestibular;
  • Hernia cervical C6-C7 y mareos: La hernia cervical C6-C7 puede causar mareos, especialmente con movimientos bruscos, al afectar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

Síntomas de hernia cervical y mareos​

Una hernia cervical puede provocar diversos síntomas, incluyendo mareos, debido a la compresión de nervios o alteraciones en la circulación sanguínea hacia el cerebro:

  1. Dolor en el cuello: Puede irradiarse hacia los hombros, brazos y parte superior de la espalda;
  2. Mareos y sensación de inestabilidad: Ocurren si la hernia afecta la circulación en la arteria vertebral o causa tensión muscular;
  3. Hormigueo o entumecimiento: Se siente en los brazos, manos o dedos debido a la compresión nerviosa;
  4. Debilidad muscular: Dificultad para sostener objetos o pérdida de fuerza en brazos y manos;
  5. Rigidez en el cuello: Movimientos limitados y aumento del dolor al girar la cabeza;
  6. Cefaleas: Dolor de cabeza, especialmente en la parte posterior, debido a la tensión cervical;
  7. Zumbidos en los oídos (tinnitus): En algunos casos, la compresión cervical puede causar acúfenos o sensación de presión en los oídos.

Ejercicios para el vértigo cervical​

Los mareos por contractura cervical pueden mejorar significativamente con ejercicios diseñados para aliviar la tensión muscular, recuperar la movilidad del cuello y promover una mejor circulación sanguínea. Aquí tienes una selección de ejercicios útiles:

  • Estiramientos: Inclina la cabeza a los lados y gira lentamente. Mantén la posición 15 segundos;
  • Movilización: Baja la barbilla al pecho y luego mira al techo. Repite 5-8 veces;
  • Fortalecimiento: Presiona la frente o los lados de la cabeza contra la mano (5 segundos);
  • Relajación: Postura del niño (habitual en ejercicios de yoga) y respiración profunda durante 5 minutos;
  • Automasaje: Masajéate el cuello y base del cráneo en círculos durante 2-3 minutos.

¿Qué tomar para los mareos y el vértigo cervical?

Pastillas para el mareo y vértigo cervical​

Los fármacos utilizados para tratar el mareo cervical incluyen diversas opciones según los síntomas que se presenten:

  1. Antihistamínicos: Medicamentos como la meclizina y el dimenhidrinato ayudan a disminuir la sensación de mareo y las náuseas;
  2. Benzodiazepinas: Sustancias como el lorazepam pueden aliviar el vértigo y la ansiedad asociada, aunque su uso debe ser controlado debido al riesgo de dependencia;
  3. Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): Si hay dolor acompañado de vértigo, el ibuprofeno y el naproxeno pueden ser efectivos para reducir la inflamación;
  4. Fármacos contra las náuseas: El ondansetrón es una opción para controlar las náuseas que suelen presentarse junto con el vértigo;
  5. Relajantes musculares: Si el problema se origina por tensión en los músculos del cuello, la ciclobenzaprina puede contribuir a su alivio.

Fisioterapia para mareos cervical

La fisioterapia cervical puede ser una opción eficaz para tratar los mareos de origen cervical, ya que ayuda a mejorar la movilidad, reducir la tensión muscular y optimizar la postura. Los beneficios:

  1. Corrección postural: Mejora la alineación de la cabeza y el cuello para evitar sobrecargas en la columna cervical;
  2. Movilización y manipulación cervical: Técnicas manuales que liberan restricciones articulares y mejoran la movilidad;
  3. Ejercicios de fortalecimiento: Refuerzan los músculos del cuello y la zona escapular para proporcionar mayor estabilidad;
  4. Terapia miofascial: Ayuda a liberar puntos de tensión en los músculos cervicales que pueden contribuir a los mareos;
  5. Ejercicios vestibulares: Indicados cuando el mareo cervical afecta el equilibrio, ayudan a mejorar la adaptación del sistema vestibular;
  6. Técnicas de relajación y estiramientos: Disminuyen la rigidez muscular y favorecen la circulación sanguínea en la zona cervical.

Alimentos para el mareo cervical​

Una alimentación equilibrada puede ayudar a reducir los síntomas del mareo cervical, especialmente si se debe a problemas circulatorios, inflamación o tensión muscular.

  1. Ricos en magnesio: Contribuyen a la relajación muscular y mejoran la circulación. Ejemplos: almendras, espinacas, aguacate, plátano;
  2. Con omega-3: Ayudan a reducir la inflamación y mejoran la función vascular. Ejemplos: salmón, chía, nueces, aceite de lino;
  3. Hidratantes: La deshidratación puede agravar los mareos. Ejemplos: agua, infusiones, frutas con alto contenido de agua (sandía, naranja, pepino);
  4. Ricos en antioxidantes: Mejoran la circulación y reducen el estrés oxidativo. Ejemplos: frutos rojos, zanahoria, brócoli, cúrcuma;
  5. Con vitamina B12 y hierro: Favorecen la oxigenación del cerebro. Ejemplos: carne magra, huevos, legumbres, espinacas;
  6. Bajos en sodio: Evitan la retención de líquidos que puede afectar el equilibrio. Ejemplos: alimentos frescos en lugar de procesados, hierbas aromáticas en vez de sal.

¿Cómo aliviar el dolor cervical y los mareos rápidamente?

Para aliviar rápidamente el dolor cervical y los mareos, puedes aplicar calor local en la zona para relajar los músculos y hacer respiraciones profundas para reducir la ansiedad que podría estar contribuyendo a los mareos.

También es útil mantener una postura correcta y evitar movimientos bruscos del cuello. Si el dolor es intenso, tomar un antiinflamatorio leve como el ibuprofeno puede ayudar a aliviar la incomodidad. Si los mareos persisten, recostarte en una posición cómoda y cerrar los ojos puede facilitar la estabilización del equilibrio. Sin embargo, si los síntomas continúan, es recomendable consultar a un especialista para un diagnóstico adecuado.

¿Puedo usar sulpirida para el mareo cervical?

La sulpirida no se utiliza típicamente para tratar el mareo cervical, ya que es un medicamento antipsicótico y se emplea principalmente para tratar trastornos como la esquizofrenia o la depresión, y ocasionalmente para problemas relacionados con la ansiedad. Sin embargo, algunos de sus efectos secundarios pueden incluir sedación o efectos sobre el sistema nervioso que podrían, en teoría, influir en el equilibrio.

El mareo cervical se trata mejor con enfoques específicos como fisioterapia, antiinflamatorios o relajantes musculares para aliviar la tensión en el cuello. Si el mareo está relacionado con ansiedad o estrés, podría ser que un médico considere la sulpirida, pero solo si hay una indicación para tratar esos síntomas de manera secundaria.

Mareos después de un masaje cervical

Los mareos después de un masaje cervical son algo que algunas personas experimentan. A continuación se presentan algunas posibles razones:

  1. Liberación de tensiones: Durante el masaje, se alivia la tensión acumulada en los músculos del cuello, lo que puede generar una sensación temporal de mareo;
  2. Alteración de la circulación: El masaje puede influir en el flujo sanguíneo de la zona cervical, lo que a veces reduce temporalmente el suministro de sangre al cerebro, provocando mareos;
  3. Cambio de posición: Si te recuestas o cambias de postura rápidamente durante o después del masaje, podrías sentir mareos debido a un ajuste brusco en la presión arterial o el equilibrio;
  4. Condiciones preexistentes: Algunas personas pueden tener problemas cervicales o vestibulares que se ven exacerbados durante el masaje.

Mareos cervical y vómitos​

El mareo cervical con vómitos suele estar relacionado con la compresión de nervios o arterias en la zona del cuello, afectando el equilibrio y la circulación. Puede deberse a hernias cervicales, tensión muscular o problemas posturales. El tratamiento incluye fisioterapia, ejercicios vestibulares, control del estrés y, en algunos casos, medicamentos para aliviar los síntomas. Mantener una buena postura, reducir la inflamación con una dieta adecuada y evitar factores desencadenantes como el estrés o el sedentarismo puede ayudar a mejorar la condición.

Mareos cervical y taquicardia​

El mareo cervical con taquicardia puede estar relacionado con la disfunción del sistema nervioso autónomo debido a la compresión de estructuras cervicales. La irritación de los nervios o la alteración del flujo sanguíneo en la zona del cuello pueden desencadenar episodios de inestabilidad, palpitaciones y sensación de ansiedad. El tratamiento suele incluir fisioterapia, ejercicios de movilidad cervical, técnicas de respiración y manejo del estrés. Además, es recomendable mantener una buena postura, evitar movimientos bruscos y llevar un estilo de vida activo para mejorar la circulación y reducir los síntomas.

¿Cuánto dura el vértigo cervical?

El vértigo cervical puede durar desde minutos hasta horas en episodios agudos, mientras que en casos crónicos puede reaparecer de forma intermitente durante semanas o meses. Su duración depende de la gravedad del problema cervical, el tratamiento recibido y factores como el estilo de vida. Si los síntomas persisten por más de una semana o interfieren con la vida diaria, es importante buscar atención médica.

Baja laboral por vértigo cervical

El período de baja laboral por vértigo cervical depende de la gravedad de los síntomas, la naturaleza del trabajo de la persona afectada y la respuesta al tratamiento. En general:

  • Casos leves: Puede no ser necesaria la baja o limitarse a unos 2-7 días, especialmente si los síntomas son manejables y el trabajo no exige movimientos bruscos ni posturas prolongadas;
  • Casos moderados: Si el vértigo afecta nuestra capacidad para trabajar (como en empleos que requieren concentración o esfuerzo físico), la baja puede extenderse entre 1-3 semanas mientras se estabilizan los síntomas con tratamiento;
  • Casos severos o crónicos: En cuadros persistentes, especialmente si hay otras condiciones como espondilosis cervical, la baja puede ser más prolongada, llegando a extenderse varios meses, dependiendo de la recuperación.

Es importante que el médico tratante evalúe el caso para determinar el tiempo adecuado de reposo según la evolución del paciente y las exigencias laborales.

Una mujer con la mano izquierda apoyada sobre los auriculares durante una prueba de audición.

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Preguntas frecuentes sobre vértigos y mareos por cervical

¿Cómo saber si los mareos son de las cervicales?

Para saber si los mareos están relacionados con las cervicales, un especialista debe evaluar los síntomas, los antecedentes y realizar pruebas específicas en consonancia. Aquí algunos indicadores:

  • Dolor en el cuello: Rigidez, contracturas o dolor localizado en la región cervical;
  • Mareos que empeoran con el movimiento del cuello: Movimientos bruscos o posturas prolongadas intensifican los síntomas;
  • Sensación de inestabilidad: Desequilibrio o sensación de flotar, más que un vértigo rotatorio;
  • Dolor de cabeza asociado: Especialmente en la parte posterior de la cabeza.

Otros síntomas:

  • Náuseas;
  • Zumbidos en los oídos (acúfenos);
  • Sensación de presión en la cabeza.

¿Cómo son los mareos por cervicales?

  • Sensación de inestabilidad: sensación de desequilibrio o de 'flotar';
  • Relación con movimientos del cuello: los mareos se desencadenan o empeoran al mover el cuello (rotar, inclinar) o al mantener posturas prolongadas. Movimientos bruscos o tensiones agravan los síntomas;
  • Duración variable: Pueden durar desde minutos hasta horas. A menudo desaparecen al descansar o relajar el cuello;
  • Dolor o rigidez cervical: Siempre está presente el dolor o tensión en la región cervical o en la base del cráneo es constante. A menudo acompañado de contracturas musculares.

¿Qué es bueno para los mareos de la cervical​?

Para aliviar los mareos cervicales, es recomendable:

  1. Fisioterapia: Ejercicios de movilización y estiramientos para aliviar la tensión en el cuello y mejorar la circulación;
  2. Masajes: Ayudan a reducir la rigidez muscular y mejorar el flujo sanguíneo en la zona cervical;
  3. Calor local: Aplicar una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica puede relajar los músculos tensos;
  4. Medicamentos antiinflamatorios: Para reducir la inflamación y el dolor asociado con el vértigo cervical;
  5. Corrección postural: Mantener una postura adecuada para evitar la sobrecarga de la columna cervical;
  6. Ejercicios de equilibrio: Ayudan a mejorar la estabilidad y reducir la sensación de mareo.
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