Cuando Mª José Gassó nos propuso el proyecto y nos explicó que se trataba del primer proyecto de voluntariado de servicios corporativos sentimos una responsabilidad enorme y a su vez, mucha ilusión de emprenderlo. El proyecto en el que colaboramos está desarrollado por la Fundación Codespa en el Cantó Colta (Ecuador). Allí, conviven comunidades indígenas productoras de leche que formaron una corporación de 200 familias llamada COCICH con la finalidad de recolectar leche y transformarla en queso fresco para su venta al público. Precisamente es la leche la principal fuente de ingresos de esas familias por lo que el futuro de la empresa quesera es determinante para que puedan desarrollarse y salir adelante.

Nuestro trabajo empezó unas semanas antes del viaje, tuvimos varias reuniones por Skype con la fundación para ponernos al día del estado del proyecto. Leímos todos los estudios y planes de negocio previos y preparamos parte del trabajo antes de llegar a Ecuador. La verdad es que antes del viaje no sabíamos bien qué íbamos a poder aportar realmente. ¿Podríamos ayudarlos con nuestros conocimientos? ¿Lo que aquí funciona sería válido allí? ¿Recibirán bien nuestras propuestas? ¿Será útil? Todas nuestras dudas quedaron despejadas el primer día que fuimos a Colta y pisamos La Quesera. Pablo, su gerente, nos recibió con gran entusiasmo y nos pidió ayuda para poder mejorar la gestión de La Quesera. Nos contó que él era profesor y fue escogido por la asamblea general indígena para dirigir la empresa pero que no tenía ningún tipo de formación en empresariales. Organigramas, descripciones de  puestos de trabajo, planes de inversión, plan de marketing, etc. Pablo quería exprimir al máximo nuestros conocimientos para poder implementarlos lo antes posible en La Quesera. Charlamos horas y horas con todos los trabajadores, queríamos conocer de primera mano sus necesidades y motivaciones. También subimos a conocer a las familias indígenas productoras de leche, vimos cómo vivían, en ese remanso de paz y tranquilidad que es la sierra de Colta.

Trabajábamos todos los días con el personal de la Fundación Codespa y empleados de La Quesera, después de muchas reuniones y entrevistas con ellos, pudimos detectar sus necesidades y a partir de ahí poder elaborar el plan de RRHH y el plan de Marketing para profesionalizar la empresa, comercializar mejor el producto y así aumentar sus beneficios. 

El último día en el proyecto fue para nosotras un día muy especial, presentábamos nuestro trabajo final ante la junta directiva de la asamblea de indígenas, que recientemente había nombrado a un nuevo presidente. Éste, fue para nosotras el mayor reto, poder adaptar esos contenidos  al público que teníamos, campesinos indígenas y conseguir que confiaran en nosotras, en nuestras ideas y propuestas, siempre basadas en esa recogida de necesidades y prioridades que habíamos detectado. Nos atendieron con gran expectación durante toda la mañana, recibieron con mucha ilusión nuestras propuestas de mejora impulsados por esta nueva etapa que iniciaban con la nueva presidencia, la reciente gerencia y sobre todo, las ganas de mejorar la gestión de la empresa por el bien de la comunidad, por y para el beneficio de todos.

Presentamos el plan de RRHH y el plan de Marketing donde les propusimos el nuevo logotipo y un nuevo packaging y tuvo muy buena acogida. Estaban muy agradecidos por nuestro trabajo, nos prepararon una comida indígena, compartimos choclos, habitas, queso y sopa, todo riquísimo. También nos regalaron un bolso hecho por ellos en agradecimiento por nuestro trabajo para la comunidad. 

Nos llevamos una gran experiencia que nunca olvidaremos, hemos aprendido cada día de los valores de la comunidad indígena, de sus ganas de formarse y de mejorar, de su cariño y también hemos aprendido mucho la una de la otra. Queríamos agradecer a GAES Solidaria que nos hayan brindado la oportunidad de iniciar este primer voluntariado corporativo internacional y también a Elena Santaclara y a su equipo de GAES Ecuador por la magnífica acogida que nos dieron. Esperamos haber podido aportar nuestro granito de arena a la COCHIC por la mejora de toda la comunidad indígena de Colta.