Es difícil explicar con palabras las sensaciones y sentimientos que me deja este viaje, y más cuando es algo que has querido hacer desde hace mucho tiempo. 

Para mí ha sido una experiencia única e irrepetible, tanto a nivel profesional como personal, que ha marcado mi forma de sentir y percibir la vida. 

En lo profesional, ha sido increíble poder dar seguimiento a este gran proyecto de la Fundacion GAES Solidaria a través de Casa del Tíbet; poder realizar tu trabajo sin esperar nada a cambio y encontrarte con personas que te lo agradecen con esa gran humanidad y respeto. 

En relación a lo personal, me quedo con un lugar tan mágico como lo es Dharamsala. Te hace sentir feliz y positiva todo el tiempo. Y como no, sus habitantes, donde hemos podido conocer dos culturas diferentes, a esos tibetanos luchadores y su cultura budista basada en el amor, el respeto y la compasión; y la hindú llena de colores y sabores. Y la cima con la que culminó nuestro viaje, ¡poder conocer al Dalai Lama! 

Me llevo en el corazón de este viaje un trocito de la Fundacion GAES Solidaria, Casa del Tibet, India, Dharamsala, Sandra, Raquel y Ringzing para siempre. ¡Gracias por esta gran oportunidad!