Realmente no encuentro una mejor forma de empezar este 2018, totalmente renovado. Espero que mi paso por aquel hospital sirva para dar alguna oportunidad más a esas personas que atendí. Un viaje que nunca olvidaré, ni a todas las personas que allí conocí y todo lo que aprendí que creerme, fue mucho (a todos los niveles). Se lo recomiendo a todo el mundo.

Me acuerdo especialmente de una de las personas que adapté. Un chico de 17 años que iba a una escuela especial para niños con discapacidad. Este chico tenía una pérdida severa y no atendía en clase. Después de adaptarle, me llamó la logopeda, casualmente también su profesora de español, para darme personalmente las gracias ya que este chico había cambiado radicalmente desde que le adapté el audífono. Incluso la escuché emocionarse, yo también un poco lo reconozco, convencido de que gracias a nuestra labor, esta persona iba a tener más oportunidades a partir de ahora.