Los audífonos pueden generar eco debido a la naturaleza misma del sonido: este se amplifica en el interior del aparato y se produce este fenómeno. Es más fácil que el eco se produzca en ambientes con una acústica que refleja los sonidos, como los locales cerrados, donde estos reverberan fácilmente en las paredes y en el techo. Para reducir este fenómeno, los modernos aparatos GAES utilizan tecnologías como la cancelación del ruido y la reducción del eco.
En el ámbito acústico, el efecto oclusión se refiere al fenómeno por el que el oído se ve influido por la cobertura parcial o completa del canal auditivo exterior por un objeto, como, por ejemplo, los dedos y un tapón para los oídos. Este efecto se llama «oclusión» ya que la palabra deriva del latín "occludere", que significa «cerrar» o «cubrir». El efecto acústico de la oclusión puede causar una variedad de síntomas, entre los cuales una percepción de bajos más fuerte y un sonido más profundo o interno, así como una reducción del volumen total percibido. En algunos casos, también puede causar una percepción distorsionada de los sonidos.
Las personas con umbrales auditivos excelentes a las frecuencias bajas notan más el efecto oclusión sonora: dado que oyen mejor este tipo de sonidos, pueden experimentar una percepción distorsionada de los mismos cuando se cubre el canal auditivo. En resumen, cuando el canal auditivo se cubre, se produce un cambio en la presión sonora y en la resonancia acústica en el interior del canal auditivo. Esto puede causar una atenuación de los sonidos de alta frecuencia y un aumento de los sonidos de baja frecuencia, a causa del cambio en la resonancia acústica.
Para este tipo de pacientes, esto significa que la percepción de los sonidos a baja frecuencia se intensifica respecto a la de los sonidos a alta frecuencia. Esto puede causar una percepción distorsionada del sonido, que se percibe como más profundo o interno respecto a la percepción normal.
Sustituir de manera regular las cápsulas puede ayudar a prevenir la oclusión, esto es, la sensación de oír un sonido «cerrado» o «ahogado». Cambiar el estilo de la cápsula del audífono significa sustituir la antigua con una que tenga una forma o dimensión diferentes. Esto puede influir en la comodidad y en la calidad del sonido percibido, ya que cualquier forma o dimensión repercute en la cantidad de sonido que entra en el conducto auditivo y en la percepción de este.
Por ejemplo, utilizar una cápsula de mayor tamaño puede aumentar la cantidad de sonido que entra en el conducto auditivo, mientras que una más pequeña reduciría el riesgo de oclusión (sensación de sonido «cerrado» o «ahogado»). Elegir el estilo de la cápsula correcto depende de las necesidades individuales y puede determinarse según los consejos del médico o del audiometrista.
Modificar los moldes puede ayudar a reducir el efecto eco y la oclusión. El efecto eco está provocado por el reflejo del sonido en el interior del conducto auditivo, que puede reducirse eligiendo unos auriculares adecuados o modificando la forma de estos.
La oclusión puede estar provocada por una falta de correspondencia entre la forma del conducto auditivo y la de los auriculares. Si se eligen auriculares con una forma y dimensión adecuadas o se modifican los auriculares existentes, se reduce la oclusión y mejora la calidad del sonido que se percibe. En ambos casos, es importante consultar con un médico o un audiometrista para valorar las necesidades y elegir los auriculares más adecuados.
El acortamiento del conducto de ventilación del audífono puede ayudar a reducir el efecto oclusión y el eco, ya que influye en la cantidad de sonido que entra en el conducto auditivo.
El conducto de ventilación es un canal que conecta el auricular del audífono al ambiente exterior, permitiendo la circulación de aire y de sonido en el interior del conducto auditivo. Cuando el conducto de ventilación es demasiado largo, puede producir un efecto eco en el interior del conducto auditivo.
Por otra parte, si la forma del conducto auditivo no coincide con la de los auriculares, puede generarse una oclusión. Cuando el conducto de ventilación es demasiado largo, puede generar un «vacío» en el interior del conducto auditivo, que amplificaría la sensación de oclusión.
Si se acorta el conducto de ventilación, se reduce la cantidad de sonido que entra en el conducto auditivo, y por ende el efecto eco y la oclusión. Sin embargo, es importante notar que el acortamiento del conducto de ventilación influye en la calidad del sonido percibido y en la función del audífono, por lo tanto es importante consultar con un médico o un audiometrista antes de efectuar esta modificación.