Lograr la posición perfecta es crucial tanto en los audífonos como en los protectores auditivos personalizados. Si los audífonos se colocan en el lugar preciso, estos pueden realizar su función con la máxima eficacia y garantizar una calidad de sonido óptima. Gracias a las hormas, que son el segundo paso en el camino cuando elegimos audífonos, éstos o las protecciones auditivas pueden colocarse exactamente en el lugar adecuado.
Para que los dispositivos puedan ofrecer el ajuste deseado sobre o dentro del oído, es necesario conocer la forma exacta de la oreja, así como del oído interno y del conducto auditivo.
Precisamente por este motivo, el audioprotesista realiza una impresión de la oreja, que servirá de base para fabricar el dispositivo.
El primer paso, después de realizar todas las pruebas auditivas necesarias para conocer el grado de pérdida auditiva, es evaluar si el oído es apto para procedimientos audiológicos mediante una otoscopia.
Durante esta evaluación, que abarca desde el conducto auditivo externo hasta el tímpano, es fundamental identificar
1. El tímpano en su totalidad
2. Si hay presencia excesiva de cerumen
3. Asegurarse de que no hay inflamación o erosión en la piel del conducto o en el pabellón auricular.
4. Examinar la morfología, especialmente cuando se trata de un conducto muy estrecho o de cavidades muy anchas.
5. Comprobar si ha habido alguna intervención quirúrgica o drenaje en el pasado.
Si se encuentra alguna patología, es imprescindible posponer la cita para la impresión auditiva y derivar al paciente a un especialista sin dudarlo.
Tras realizar la otoscopia, si el resultado es positivo, el siguiente paso es proteger el oído.
El audioprotesista introduce un instrumento consistente en un cono de material esponjoso con un cordón de seguridad, que sirve de tapón durante la aplicación del material de impresión, evitando así que la silicona provoque daños en el tímpano. Este cono de material esponjoso debe introducirse de forma gradual y precisa para que se ajuste correctamente y actúe como tapón. El audioprotesista comprobará con el otoscopio que no quedan zonas sin cubrir.
Normalmente, las improntas auditivas modernas están hechas de silicona o material acrílico, dependiendo del uso previsto y del grado de dureza deseado. Una vez preparada la mezcla, el audioprotesista la transfiere a una jeringa, elimina las posibles burbujas de aire e inyecta el material llenando de forma gradual y suave el conducto auditivo externo y el pabellón auricular.
Será necesario esperar a que el material se endurezca antes de retirar la impresión. El paciente tendrá que abrir la boca para facilitar la extracción.
Para confirmar que todo es correcto, el audioprotesista podrá realizar una nueva otoscopia.
Llevar un audífono hecho a medida es esencial para garantizar una experiencia auditiva óptima y cómoda. Por ello, gracias a los moldes auriculares, es posible obtener un molde preciso y personalizado del oído del paciente. Esto permite crear un audífono a medida que se adapta perfectamente a la forma única del conducto auditivo y del pabellón auditivo. Un audífono hecho a medida garantiza por tanto una adaptación segura y cómoda, minimizando el riesgo de irritación o incomodidad durante su uso diario.
Además, una adaptación precisa permite una mejor transmisión del sonido, lo que garantiza una calidad de audición superior y un reconocimiento más claro del habla y de nuestro entrorno. En definitiva, optar por un audífono hecho a medida significa invertir en tu salud auditiva y bienestar general, al tiempo que disfrutas de un dispositivo que se adapta perfectamente a tus necesidades y estilo de vida.
Disponer de protectores auditivos a medida, como tapones para ruidos, natación, caza y otras actividades, es sumamente importante para garantizar una protección óptima y un confort superior. Los protectores a medida están diseñados para adaptarse perfectamente a la forma única del conducto auditivo de cada persona. Este nivel de ajuste proporciona un sellado más eficaz y una protección más completa que los protectores auditivos genéricos o de tamaño estándar.
El uso de protectores auditivos, como son los tapones antirruido hechos a medida, durante actividades ruidosas como conciertos, trabajos industriales o la práctica de deportes de motor ayuda a reducir la exposición al ruido y a prevenir lesiones auditivas a largo plazo. Los protectores auditivos a medida absorben y atenúan el ruido con mayor eficacia, al tiempo que garantizan un confort óptimo al usuario durante una amplia gama de actividades.
A la hora de nadar, los tapones a medida ofrecen un sellado seguro e impermeable, protegiendo el oído de la entrada de agua y de posibles infecciones. Esto es especialmente importante para las personas que sufren infecciones de oído recurrentes o que desean proteger su audición durante las actividades acuáticas.