Esther Valdeolmillos es logopeda y lleva 22 años al frente del Programa de Implantes Cocleares en adultos post-locutivos del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, en Málaga. Desde la perspectiva de esa experiencia acumulada, Esther nos explica el trabajo y los retos a los que se enfrentan en la rehabillitación auditiva de los pacientes, así como la satisfacción que les genera que estos "se vuelvan a introducir en el mundo sonoro".
Esther Valdeolmillos remarca que el primer trabajo de un/a logopeda con una persona que va a estrenar un implante coclear "consiste precisamente en explicarle bien el proceso de implantación y el compromiso que debe adquirir de su propia rehabilitación para que el rendimiento de la prótesis tenga éxito en la vida cotidiana del paciente. Se trata de enseñarle a escuchar de otra forma los sonidos del habla que ya conocía".
Los/as logopedas tienen un papel clave antes y después de la cirugía, según Esther Valdeolmillos. Antes, porque deben evaluar las capacidades de aprendizaje y memoria de los pacientes para dar un buen pronóstico antes de la cirugía "y ajustar expectativas en función del tiempo de pérdida auditiva y de su patología de base". Y después, porque acompañarán a las personas implantadas "en todo el proceso de rehabilitación despejándole sus dudas en cuanto a manejo de la prótesis implantable y los procesos cognitivos que entran en juego para la comprensión del habla".
Esther subraya un elemento imprescindible en este acompañamiento previo y posterior a la cirugía: "Siempre les hago conscientes de la diferencia entre 'escuchar' y 'comprender', y para ello hay que entrenarles mucho la atención, que, generalmente, la tienen muy dispersa por su deprivación auditiva, y es cuando se produce lo que llamamos la 'fatiga auditiva' después de la implantación".
Esther Valdeolmillos señala que los ambientes ruidosos suponen el principal motivo de queja y preocupación para las personas implantadas. Por este motivo, remarca, "es necesario exponer al paciente a ruido de fondo y trabajar a diferentes distancias. Explicarles que se centren en la conversación 'vis a vis' y aprendan a manejar la aplicación de su procesador para anular o rebajar el volumen del ruido".
Los y las logopedas centran la rehabilitación auditiva en entrenar y optimizar la comunicación de las personas implantadas con su entorno. Respecto a las conversaciones presenciales, Esther Vadeomillos señala que "debido a que la velocidad de procesamiento de la información de una persona sorda es lenta a causa de su déficit de memoria auditiva, tenemos que comenzar hablándole más despacio de lo acostumbrado para que sepa distinguir las palabras, pausas, y expresiones cotidianas".
En cuanto a las conversacions por teléfono, Esther señala que en este caso "debemos tener en cuenta que el sonido se transmite en este caso de un aparato a otro aparato. Dicha transmisión se transforma mediante diferentes filtros de ambas 'maquinarias' hasta llegar con cierta nitidez a nuestro cerebro. No es fácil para ellos. Es cuestión de ir practicando de la misma manera, hablándoles más despacio en un principio, con personas con las que que se sientan tranquilos y que tengan confianza. En un primer momento decirles lo que le van a decir y que lo repitan e ir modificando poco a poco hasta llegar a la conversación espontánea".
Esther Valdeolmillos no duda al calificar como 'fundamental' el papel de la familia o allegados de las personas implantadas en los procesos de rehabilitación auditiva. Esther subraya que "son ellos y ellas los que van reproduciendo las pautas de trabajo que vamos dando en consulta. Es por ello que las personas implantadas deben de asistir acompañados a la rehabilitación".
Conseguir que una persona con implante coclear pueda volver a comunicarse de forma efectiva supone una gran satisfacción para cualquier logopeda. Y es que volver a oír les cambia la vida. Esther Valdeolmillo reconoce que "verdaderamente se produce una transformación en este tipo de pacientes desde que se vuelven a introducir en el mundo sonoro que es, en definitiva ,'la vida misma'. Es curioso observar cómo las mujeres, por ejemplo, comienzan a estar más coquetas, más alegres, en definitiva, conectadas con el mundo. A los hombres les ocurre igual en otra vertiente: se sienten más dinámicos y vuelven a recobrar mejor sus intereses en su vida diaria".