
Cómo ocurre con nuestros dientes o nuestra vista, y aunque creamos que no tenemos ningún problema, también es conveniente revisar nuestra audición como mínimo una vez al año. La detección precoz de cualquier tipo de pérdida auditiva es clave para abordarla de la forma más eficaz.
La revisión auditiva es la mejor manera de cuidar nuestra salud auditiva, ya que permite prevenir futuros problemas o detectarlos de forma precoz. Estos test auditivos son rápidos e indoloros, no implican ninguna incomodidad y facilitan, gracias a la audiometría que se practica, medir la capacidad auditiva de niños y adultos. En caso de que se detecte hipoacusia o pérdida de audición, nuestros especialistas te recomendarán la mejor solución.
La revisión auditiva permite a los audiólogos medir y evaluar la capacidad de una persona en tan sólo unos minutos. Suele constar de tres pasos:
1. Entrevista informal, en la que nuestro audioprotesista te realizará a ti o a tu familiar unas breves preguntas para entender tus situaciones de escucha y los lugares que más visitas.
2. Pruebas audiométricas, que nos permitirán evaluar la sensibilidad de tu oído. Para hacerlo, nuestro audioprotesista te entregará a ti o a tu familiar unos auriculares para escuchar diferentes sonidos. Los resultados obtenidos en esta audiometría se plasman en un audiograma, con las conclusiones de tus necesidades auditivas.
3. Evaluación auditiva con la que, a partir de la información obtenida previamente y en caso de necesidad, nuestro audioprotesista te propondrá diferentes soluciones adaptadas a ti o a tu familiar.