¿Alguna vez te has preguntado qué es una audiometría tonal o vocal? ¿Sabes para qué sirve? Lee este artículo y entenderás las diferencias: así sabrás si debes realizar un examen de este tipo.
La audiometría tonal es una prueba solicitada por un médico especialista en caso que se sospeche de la existencia de problemas relacionados con el oído, como la pérdida de discriminación. Tiene como objetivo medir la capacidad auditiva desde el punto de vista cuantitativo.La prueba puede ser de dos tipos:
La prueba de audiometría tonal debe ser realizada de manera rigurosa por un médico especializado en los problemas de oído, es decir, un otorrinolaringólogo o un técnico audiometrista, una persona muy experta en detectar problemas de audición.
Pero ¿cómo se realiza concretamente el examen? El paciente se somete a estímulos sencillos en una cabina audiométrica y, mientras realiza la prueba, el médico o el técnico, rellenan la ficha y hacen constar cualquier anomalía, es decir, las variaciones del audiograma que representan las alteraciones que son la base del déficit auditivo: cualquier déficit detectado puede estar provocado por traumas o enfermedades. Todo el mundo puede realizar el examen: se trata de un procedimiento sencillo y que no tiene ninguna contraindicación, por ello tanto niños como ancianos pueden someterse a esta prueba.
El objetivo del audiograma es valorar la capacidad auditiva. El audiograma es, simplemente, un gráfico que representa de manera concreta la capacidad auditiva del paciente según el resultado de la audiometría. El examen permite registrar el umbral auditivo, esto es, el nivel mínimo de percepción auditiva del paciente, para las frecuencias a las cuales se somete.
El gráfico se realiza con la utilización de trazados estándar en los que se registran las diversas alturas de sonido en relación con la intensidad. Se valoran la «altura del sonido», esto es, la función de la frecuencia, y la «intensidad», que mide los decibelios. Si el examen tiene un resultado igual a cero, esto es, si la línea de medición se coloca en correspondencia de cero, significa que el paciente que se ha sometido a la prueba tiene una audición normal. Dos son los valores que se evalúan:
Veamos cómo se lee el audiograma y, en concreto, cómo se interpreta el gráfico. El audiograma tiene dos ejes: en el vertical se leen el volumen y la intensidad de los tonos (en decibelios); en el horizontal encontraremos los tonos más bajos.
Justamente en el eje de las ordenadas, el vertical, se indica la pérdida auditiva expresada en decibelios (dB). En la parte superior se indica la perfección acústica, esto es, sonidos de intensidad de 0 dB; debajo, las varias pérdidas de oído. En el eje de las abscisas, el horizontal, se indican las diversas frecuencias. Las frecuencias más utilizadas para el examen son 125 – 250 – 500 – 1000 – 2000 – 3000 – 4000 – 8000 Hz y representan las principales frecuencias que pueden percibir las personas.
Verificar la calidad de tu audición es una medida preventiva importante para tu salud y tu bienestar. Revisa tu audición en 6 situaciones de conversación diferentes.
La audiometría verbal tiene como objetivo valorar la capacidad de comprensión de las palabras por parte del paciente a una determinada intensidad de sonido. Se trata de un examen adecuado para todos, adultos y niños, y no es invasivo.
El examen, que dura unos 15 minutos, se realiza en una cabina audiométrica: el paciente se pone unos auriculares a través de los que se transmiten palabras a intensidades diversas y debe repetir al médico o al técnico audiometrista la palabra que ha escuchado. Los resultados de este examen, así como los del examen audiométrico tonal, se muestran en un gráfico, el audiograma vocal.
Durante el examen el paciente debe repetir el mensaje en voz alta: normalmente se presentan unos 10 mensajes y el examinador valora el porcentaje de respuestas correctas para cada serie; a partir de esta cifra se elabora en forma de gráfico un audiograma vocal; la modalidad de realización del gráfico coincide con la del audiograma tonal.
La lectura del examen audiométrico vocal es parecida al examen tonal: el porcentaje de las respuestas que el examinador presenta al paciente se elabora en forma de gráfico en un audiograma dividido en tres partes que corresponden a tres umbrales:
Una línea une los tres umbrales, la llamada «curva de articulación», que normalmente tiene una forma de S cursiva para el sujeto con audición normal. Las respuestas se valoran calculando cuánto se aleja del umbral del 100% el nivel de percepción.
Si crees que oyes menos, aunque parezca una diferencia leve, te aconsejamos vivamente que realices una audiometría tonal o vocal. También es importante en caso de acúfenos cuya causa no se conozca. El especialista podrá detectar la sensibilidad a las diversas frecuencias, a fin de estructurar una solución auditiva específica.
Aplazar la prueba o infravalorarla podría marcar la diferencia en caso de pérdida auditiva: la hipoacusia no solo afecta a los mayores, también queja a personas más jóvenes, incluso niños, y la pérdida auditiva en los primeros años puede generar problemas de desarrollo del lenguaje y del aprendizaje. Elige un centro Gaes, elige la excelencia para los problemas de oído. Oír mejor es sentirse mejor.