Las pruebas de Weber y Rinne son dos técnicas de medición clínica del oído que permiten diagnosticar el tipo de sordera que afecta al paciente. Estas pruebas permiten establecer de manera concreta y rápidamente si se trata de un caso de hipoacusia conductiva o neurosensorial, que, en cualquier caso, se deben tratar cuando aparecen los primeros síntomas a fin de evitar una pérdida auditiva permanente.
Las pruebas de Weber y Rinne son necesarias para quien presenta dificultades auditivas en un oído: es importante realizarlas a tiempo, de manera que se intervenga rápidamente en el problema y se valore también si es oportuno adoptar una prótesis auditiva.
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