El ruido de los electrodomésticos. Información del consumidor.

Cierto es que existe legislación que obliga al fabricante o al importador de un electrodoméstico a reflejar en el etiquetado del producto el ruido aéreo emitido por éste en funcionamiento. Y debe reflejarlo medido en decibelios (dB), y con un margen de error de no más de 2 dB.

Pero lo habitual es que la información acabe perdida entre toda la maraña de especificaciones del aparato, y que sea difícil de localizar por el consumidor.

Es más, habitualmente el consumidor no se fija demasiado en como de ruidoso es un electrodoméstico a la hora de comprarlo. Nos parece que es un dato poco relevante, o no pensamos en como puede afectar después a nuestra vida diaria.

Sin embargo, desde hace años, todos los electrodomésticos y demás aparatos que consumen electricidad, muestran de forma ostensible su eficiencia energética, es decir, su consumo energético comparado con otros similares. Y este consumo se muestra en forma de escala visual y alfabética, muy comprensible para el consumidor, que de esta forma puede comparar y decidirse por uno u otro electrodoméstico.

Considerando el nivel de ruido actual de nuestros domicilios y nuestras ciudades, quizás sería una buena medida la de poner una escala similar que informara de forma clara y ostensible del ruido emitido por el electrodoméstico en cuestión, en comparación con los de su misma clase, concediéndole una u otra categoría según lo ruidoso que fuera.