Juguetes ruidosos.

Todos hemos vivido la desagradable experiencia de soportar  el  ruido producido por el juguete que le acabamos de regalar al niño.

Parece que están de moda los juguetes con muchas lucecitas y que producen mucho ruido. De hecho, muchas de las pistolas y armas de juguete que funcionan con pilas pueden crear un ruido de más de 110 decibelios, equivalentes al nivel de ruido producido por un camión pesado, taladradora, etc.

Otros juguetes producen un ruido menor aunque constante, de unos 85 o 95 decibelios, que también es perjudicial cuando el juego se prolonga más allá de unos minutos.

Tenemos que pensar que cuando el ruido de un juguete nos resulta molesto por elevado, también es elevado para el niño, y, por tanto, perjudicial.

Además debemos tener presente que la pérdida de audición inducida por ruido es acumulativa, puesto que ocurre de forma gradual a lo largo de los años, y que, por tanto, es muy importante proteger la audición del niño.

Compremos los juguetes pensando en que nuestros niños pueden pasar mucho tiempo jugando con ellos, y que no deben ser perjudiciales para su salud.