Comienza el colegio.

Comienza el colegio, terminan las vacaciones, y el verano.

Y con el frio y el contacto próximo con otros niños empiezan los catarros, los mocos, las otitis.

Cuando se trata de otitis agudas, con dolor o malestar o fiebre, etc. la actitud es sencilla. Acudir al pediatra y, si es necesario, al especialista.

Más difícil de controlar puede ser la aparición de la otitis serosa. Su síntoma más destacado es la pérdida de audición, no el dolor, ni la supuración, etc. Y en ocasiones esa pérdida de audición no es fácil de detectar.

Si en el colegio te dicen que parece que el niño no oye bien. O si detectas que pone más alta la tele, o que se aísla más fácilmente, etc. No dudes en consultar con el especialista.