La otitis en el síndrome de Down.

El síndrome de Down o trisomía 21 aparece aproximadamente en uno de cada 660 nacidos vivos.
Ya conocemos las alteraciones físicas que produce a los que lo padecen.
En cuanto al grado de desarrollo mental, debemos valorar las alteraciones en el aprendizaje  no modificables (por genética), de las que podemos modificar, por el ambiente, el entorno escolar, y las posibles deficiencias sensoriales (oído y vista) que puedan condicionar el acceso del niño al aprendizaje,
En este sentido, es muy importante recordar que los niños con síndrome de Down tienen frecuencia aumentada de alteraciones de las vías respiratorias superiores y del oído, con otitis secretoras, otitis medias agudas y/o crónicas, colesteatoma, etc. que pueden condicionar su audición. Y, por lo tanto, su aprendizaje.
Es importante que estos niños sean controlados frecuentemente para evitar hipoacusias no diagnosticadas.