Protege a tu bebe de los ruidos fuertes.

Está demostrado que oír sonidos familiares como el latido cardíaco de la madre, o su voz relajada y agradable, es muy beneficioso y tranquilizador para los bebes. También la iniciación temprana en la música puede ser muy beneficiosa para un desarrollo pleno y armonioso.

Pero también parece claro que los ruidos fuertes, los sonidos ambientales de la calle, etc. además de ser dañinos para el sensible oído del bebe, le intranquilizan y amedrentan. Incluso la voz de los seres queridos puede resultar amenazadora si es preciso gritar para destacar sobre los ruidos de la ciudad. Por ello es importante que, en los lugares ruidosos, mantengamos contacto físico y visual con el bebé para tranquilizarle, y, si es posible, le protejamos de ambientes ruidosos.

También es importante que le expliquemos el origen de los ruidos habituales de la casa, como el de subir y bajar persianas, el aspirador, etc.