¿Y si sufro exposición a un ruido fuerte?

La exposición prolongada a ambientes de ruido elevado es sobradamente conocido que produce alteraciones auditivas como pérdida de audición y/o acúfenos.

También es conocida su capacidad para producir alteraciones a otros niveles. Irritabilidad, estrés, problemas de tensión arterial, cardíacos, etc.

Pero también debemos estar prevenidos de las alteraciones que podemos padecer de forma aguda por una exposición momentánea a un ruido muy fuerte, como una explosión, unos fuegos artificiales o una traca festiva, o, incluso un concierto, etc.

Si después de haber estado sometido a un ruido muy fuerte nos aparecen acúfenos o ruidos en los oídos, significa que nuestros oídos han sufrido una agresión. Lo habitual es que esos ruidos desaparezcan en pocas horas.

Pero si el ruido o acúfeno persiste más de un día, o si es más fuerte en un oído que en el otro, es prudente acudir al especialista para un estudio auditivo y comenzar un tratamiento.