Acúfenos. ¿Equivocación sensorial?

Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan, tras estudios realizados en experimentación animal, han dado a conocer nuevos hallazgos científicos que ayudan a explicar qué ocurre dentro del cerebro para que se produzcan los ruidos o acúfenos.

Las conclusiones de este estudio, publicadas en la revista "Journal of Neuroscience", aún tratándose de un estudio hecho en animales proporciona un enfoque novedoso, que puede suponer un avance en el tratamiento del acúfeno en los humanos.

El estudio postula que un proceso denominado "plasticidad multisensorial", dependiente del ritmo de estímulo, está alterado en los animales que tienen acúfenos, y que esta plasticidad es ?extraordinariamente sensible? al ritmo de las señales que llegan a un área clave en el tronco cerebral.

Esta área es la primera estación para las señales que llegan al cerebro desde el oído por vía del nervio auditivo. Pero es también un centro donde las neuronas que desempeñan funciones múltiples integran otras señales de los sentidos como el tacto, junto con la información auditiva.

Cuando por alguna razón desconocida el estímulo que llega desde el oído se reduce y los estímulos táctiles de músculos faciales o cervicales se amplifican excesivamente, proporcionando al área cerebral un tono ruidoso de base.

Esto podría explicar porqué, en muchas ocasiones, el tratamiento fisioterápico y la actuación sobre la musculatura cervicofacial o sobre las articulaciones craneocervicales o maxilares pueden ser beneficiosas en el paciente con acúfenos.