Acúfenos repentinos.

En  ocasiones vemos pacientes en la consulta que aquejan tener ruidos en el oído o acúfenos, que le aparecieron repentinamente hace varias semanas, incluso hace más de uno o dos meses. Y durante todo ese tiempo han esperado pacientemente a que desapareciera el ruido.
En ocasiones tienen clara una relación directa entre la aparición del acúfeno y alguna circunstancia que la haya propiciado. Como la asistencia a un concierto o discoteca con la música muy alta, o un trauma acústico por disparos o fuegos artificiales, o incluso alguna enfermedad banal como un catarro nasal, o una faringitis, etc.
En otras ocasiones el paciente no es capaz de asociar la aparición de su acúfeno con ninguna circunstancia que haya propiciado su aparición.
En cualquiera de los casos es preferible acudir pronto al médico, incluso al otorrino, para iniciar un tratamiento precoz que pueda tener un mayor efecto sobre el acúfeno, y evitar que se haga crónico.