Estimular el lenguaje del niño.

Los niños aprenden el lenguaje en los primeros años de vida de una forma natural, mediante la interacción con su entorno, ya sea en su hogar, en la guardería o el colegio, etc.
Por supuesto distintas alteraciones pueden afectar su desarrollo normal, y en concreto, la hipoacusia puede afectar mucho al desarrollo de su lenguaje.
Cuando la pérdida auditiva es importante y persistente tardaremos poco en darnos cuenta y habrá que tomar las medidas necesarias para solucionarlo.
Caso diferente, y mucho más frecuente, es el de los niños que normalmente tienen una buena audición pero que, por culpa de la presencia de la otitis serosa o seromucosa, muy frecuente en invierno, tienen periodos de pérdida auditiva leve o moderada que puede prolongarse meses.
Esta pérdida de audición afectará negativamente al aprendizaje del niño, que puede parecer despistado o ausente, y que obtendrá peores resultados en el colegio si no se toman medidas oportunas.
Además de acudir al especialista para solucionar el problema auditivo, también podemos tomar medidas sencillas que realizaremos en el hogar.
Hay que dedicar tiempo, incluso mucho tiempo, en comunicarse con su hijo. Hablarle con mucha frecuencia, cantar juntos, leerle cuentos o historias, implicarle en la historia, pedirle que reconozca y señale él las ilustraciones relacionadas con lo que se esta leyendo. Es muy recomendable recitarles o cantarles cancioncillas infantiles con rimas fáciles y repetibles.
Aproveche cualquier ocasión para estimular el habla y el lenguaje de su hijo. En casa, en el supermercado, en la gasolinera, etc. Enseñándole a que señale y nombre los distintos productos o elementos del entorno.
Procure pronunciar con claridad y asegurarse que le ha entendido. Y no le hable imitando el lenguaje del niño.
Hay que intentar que aunque el niño tenga periodos en los que no oiga bien en el aula, no se vea alterado su desarrollo del lenguaje mediante estas sencillas medidas.