Ruido y acúfenos.

Parece que todos conocen ya lo que es un acúfeno. Ese desagradable sonido que muchas personas padecen en uno o los dos oídos, que en ocasiones se convierte en crónico, que el paciente no sabe a que atribuirlo, y que no siempre es de fácil solución.
Pero sabemos que la causa más frecuente de acúfenos, sobre todo del acúfeno crónico, es la exposición al ruido. Aunque muchas veces no lo identifiquemos como ruido, porque no resulta desagradable. Es lo que ocurre con la música a alto volumen.
Después del confinamiento por la Covid-19 volvemos a la llamada "nueva normalidad", y tanto en el trabajo en las empresas ruidosas, como el ocio, que en nuestra sociedad suele ser muy ruidoso, volvemos a estar en contacto frecuente y cercano con los sonidos a alto volumen, y, por lo tanto, a la posibilidad de padecer acúfenos.
Normalmente los acúfenos por ruido comienzan siendo temporales y/o leves. Nuestros oídos nos avisan que están sufriendo por la exposición al ruido, y debemos estar atentos a ese aviso.
Cuando aparezcan esos acúfenos tras la exposición al ruido, que duran unas horas, que desaparecen y vuelven a reaparecer con una nueva exposición, tomen las medidas necesarias. Protéjanse del ruido.
Si es en el trabajo, utilicen protectores. Si es durante el ocio, elijan fiestas o lugares con menos ruido.
A la larga esos acúfenos, que nos avisan de que los oídos sufren, pueden hacerse permanentes y significar un problema para nuestra calidad de vida.