Hipoacusia. Diagnosticar pronto es importante.

No es la primera vez que hablamos de este tema, pero lo consideramos tan importante que merece la pena ser insistentes.
La hipoacusia o sordera es la alteración sensorial más frecuente en el ser humano. Cinco de cada mil nacidos vivos tiene hipoacusia de algún grado, y unos siete u ocho de cada diez mil sufre una hipoacusia severa o profunda, que le impedirá adquirir el lenguaje sin un tratamiento precoz.
Desde hace ya algunos años, en muchos países de nuestro entorno se realiza un cribado de hipoacusia neonatal en los primeros días de vida. Con ello hemos conseguido reducir la media de edad en el diagnóstico de hipoacusia, desde los dos años y medio a los cuatro o seis meses.
Pero no debemos olvidar que los programas de cribado no son infalibles. Hay distintas razones que hacen que un porcentaje de niños se queden sin diagnosticar precozmente.
Entre estas razones, quizás las más frecuentes son:
  • No todos los niños son sometidos al cribado neonatal: lugar de nacimiento, error en los profesionales responsables, negativa de los padres.
  • Los métodos o pruebas que se realizan no son infalibles. Algunas hipoacusias se pueden escapar al cribado.
  • Hasta en un 20% de casos la hipoacusia no aparece en el momento de nacer, sino pasado un tiempo.
Por ello es importante que, tanto la familia, como los pediatras, o los educadores o cuidadores, estén atentos a las respuestas al sonido de los bebes, y si tienen sospecha de  una posible pérdida auditiva, envíen al niño al especialista en el oído y la audición.