Volver a una nueva normalidad. Atender a nuestros pacientes.

Aún no hace un mes publicábamos en este mismo foro un artículo titulado "El acceso al implante coclear en tiempos de COVID-19.", dónde explicábamos las razones por las que los pacientes con pérdida auditiva, tributarios a una implantación coclear, estaban viendo demorada su asistencia por la pandemia provocada por el nuevo coronavirus.
Hoy, afortunadamente, podemos afirmar que el número de casos diagnosticados y el de pacientes ingresados ha disminuido drásticamente, aunque, por desgracia, no hayan desaparecido totalmente.
En esta nueva situación, y esperando que los datos de infectados sigan mejorando paulatinamente, los hospitales tienen que iniciar la vuelta a la normalidad.
A una nueva normalidad que, nos tememos, durará todavía un tiempo no fácil de predecir.
Aún así, ha llegado el momento de reiniciar los estudios y tratamientos necesarios para solucionar la pérdida de audición de nuestros pacientes.
En los hospitales ya comienzan a reiniciarse las consultas presenciales, aunque con menos pacientes de lo habitual. Y la realización de cirugías de implante coclear ya comienzan en la mayoría de los centros hospitalarios, aún con las restricciones de quirófanos todavía existentes.
La nueva situación exige algún control añadido con nuestros pacientes que van a ser implantados, para asegurar su bienestar y la ausencia de riesgos añadidos.
Pero también exige controles y protecciones añadidas para los sanitarios implicados en el proceso.
Y esta necesidad de protección puede ver comprometida la comunicación con el paciente, por el uso continuado de mascarillas.
Si en algún momento no es capaz de comprender lo que le dicen, informe a su interlocutor, si es necesario dígale que le informe por escrito. Un malentendido, o una información no comprendida puede, en un momento dado, comprometer la seguridad del paciente, del personal, o del correcto desarrollo del proceso sanitario.