Daños colaterales.

Cuando en marzo de este año, por la pandemia de coronavirus, comenzó el confinamiento, cambiaron las reglas del juego para toda la población.
Han sido muchas y variadas las consecuencias para todos, y valorarlas en este foro sería una tarea que excedería nuestras posibilidades.
Pero si hay un aspecto muy importante del que queremos alertar a nuestros lectores.
En marzo se cerraron los colegios, hace 5 meses ya. Y es una incógnita como va a ser el inicio del nuevo curso. Todos los niños, de todas las edades, han sufrido un perjuicio en su educación y desarrollo integral.
Pero hay un colectivo que se está viendo perjudicado especialmente. Los niños con problemas de audición, y, sobre todo, los que tienen discapacidades asociadas.
Estos niños han visto interrumpida su terapia a casi todos los niveles. Se han interrumpido tratamientos de fisioterapia, logopedia, habilitación auditivo-lingüística, etc. Tratamientos que los padres se ven incapaces de llevar a buen término a pesar de sus esfuerzos.
Además también se ha visto comprometida la atención médica especializada, la protesización o la implantación coclear, etc. por el colapso sanitario producido por la covid-19.
Debemos tomar conciencia del problema y volver a una "nueva normalidad" que permita recomenzar la atención integral de los niños que, de otro modo, verán comprometido su desarrollo y aprendizaje.