Acúfenos por coronavirus. Empezamos a comprender.

Desde hace tiempo venimos informando del aumento de casos de acúfenos desde que comenzó la pandemia de covid-19. Ha costado muchos meses de trabajo e investigación hasta que han comenzado a publicarse resultados que apuntan a la relación existente entre la infección por SARS-CoV-2 y la aparición de acúfenos y pérdida de audición.
Antes de encontrar esta relación, ya la encontramos con la anosmia y ageusia (pérdida del olfato y el gusto), otra alteración sensorial, que demostraba que el coronavirus no solo producía una enfermedad respiratoria y vascular, sino, al igual que otros muchos virus, enfermedad de los órganos sensoriales.
Curiosamente, también hay investigaciones que relacionan la aparición de acúfenos con la vacunación para la covid-19, aunque por ventura, en muy baja proporción.
Una publicación de Jeong, M., Ocwieja, K.E., Han, D. et al., de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, cuyo título es: "Direct SARS-CoV-2 infection of the human inner ear may underlie COVID-19-associated audiovestibular dysfunction" (La infección directa del oído interno humano por SARS-CoV-2 puede ser la base de la disfunción audiovestibular asociada a COVID-19).
En el caso de pacientes infectados por coronavirus que habían presentado acúfenos, pérdida auditiva y mareos, para examinar los posibles mecanismos moleculares que permitieran la infección, se estudiaron tejidos del oído interno de humanos y ratones.
Parece demostrado que, por los mecanismos moleculares presentes en las células del oído interno, el SARS-CoV-2 puede infectar tipos específicos de estas células del oído interno.
Es decir, parece que la infección del oído interno puede ser la base de los problemas de audición y equilibrio asociados con COVID-19.