Los palillos de los oídos

Está muy extendida la costumbre de limpiarse los oídos introduciendo un palillo de algodón en el conducto auditivo.
Podemos decir que no es una buena costumbre.
Es posible empujar el cerumen e impactarlo contra el tímpano.
Incluso podemos producir alguna erosión dolorosa en la piel del conducto.
Lo que debe ser totalmente evitado es introducir objetos punzantes o puntiagudos.