El miedo a los ruidos fuertes.

A casi nadie le gustan los ruidos muy fuertes, sobre todo cuando son repentinos. Pero lo que no es tan común, de hecho es bastante infrecuente, es padecer fobia a los ruidos fuertes, también llamada LIGUIROFOBIA. Las personas que la padecen sufren ansiedad ante la posibilidad de que puedan oír repentinamente un sonido fuerte, llegando a tener los síntomas físicos y psicológicos típicos de las fobias:  Taquicardia (el corazón late muy rápido), falta de aire, temblores, pánico y miedo y un fuerte deseo de huir del lugar.