Pérdida auditiva leve.

Cuando sufrimos una pérdida auditiva entre 20 y 40 decibelios, decimos que tenemos una hipoacusia leve.
Es una pérdida auditiva muy frecuente en la población general, pero también en la población infantil.
Suele acompañar en muchas ocasiones a las otitis medias secretoras u otitis serosas, tan frecuentes en los niños.
El problema es que pueden pasar desapercibidas en muchas ocasiones, de forma que el niño puede estar recibiendo menos o peor información auditiva en su entorno escolar, con el consiguiente hándicap en su aprendizaje.