Durante el primer fin de semana de febrero 2019, tuve la gran oportunidad de formar parte de una de las muchas acciones solidarias de la Fundación GAES Solidaria, esta vez en Marrakech.

El objetivo, Dar Bouidar, a pocos kilómetros de Marrakech, refugio de niños abandonados a los que se les da hogar, educación, cuidados y cariño. Lo que nos encontramos, superaba con mucho nuestras expectativas.

Nuestra misión, mejorar la salud auditiva de todos los niños, realizando revisiones, audiometrías y en caso de necesidad, adaptaciones.
La experiencia fue maravillosa en todos los sentidos. Tanto los niños como los adultos que gestionan el centro, nos recibieron con los brazos abiertos.

Desde el primer minuto, sentí una gran conexión con todo el equipo, pudimos trabajar intensamente y con absoluta eficacia y compenetración. Sin duda ha sido una de las experiencias más intensas y gratificantes de mi vida.

Dar Bouidar es un proyecto joven, ya que abrió sus puertas en 2015 y todavía queda mucho por hacer, pero quizá es por eso por lo que nos hizo sentir parte del inicio de una gran labor. El haber podido participar en esta acción de GAES Solidaria, compartir momentos de verdadera alegría con los niños, con los adultos que también visitamos, adolescentes que hasta ese día no habían oído bien y ver en acción al buen equipo que formábamos, me hizo sentir en el corazón, un festival de emociones difícil de explicar.

Hace muchos años que soy voluntaria de la Fundación GAES Solidaria y aunque he participado en acciones locales, nunca había tenido la oportunidad de participar fuera de nuestras fronteras. Esta experiencia, sin duda, me ha hecho crecer como persona y agradezco una y mil veces a GAES Solidaria la gran oportunidad que me brindó.

¡¡Mil gracias!!