Conciertos muy ruidosos.

El desarrollo tecnológico de todos los dispositivos audiovisuales ha propiciado que el volumen de sonido de la música en directo, en los conciertos, se haya incrementado en los últimos años. Sobre todo cuando hablamos de música moderna, rock, pop, etc.
Se calcula que en un concierto de rock se alcanzan habitualmente los 110 decibelios, un volumen en el que se aconseja no estar sometido más de 2-3 minutos.
Hace un tiempo la OMS publicó una recomendación del sonido en los conciertos, que limitaba el nivel de sonido medio máximo a 100 decibelios. Esta norma, si se cumple, amplia la seguridad de exposición a 15 minutos. Pero tenemos que tener en consideración que un concierto suele durar unas 2 horas, lo que son unas 8 veces el periodo que se considera seguro.
El problema surge, sobre todo, cuando estamos sometidos a estos niveles de sonido habitualmente, es decir, músicos, personal del staff del recinto, camareros, acomodadores, técnicos, etc.
Pero, también los espectadores deben ser conscientes del posible riesgo para su audición, sobre todo si son espectadores habituales de conciertos, y más en recintos cerrados.