Conservar una buena audición.

No es la primera vez que hablamos de proteger nuestro oído, pero la importancia del tema nos induce a recordar la necesidad de cuidar nuestros oídos de cualquier circunstancia perjudicial para la audición.
Con el paso de los años nuestros sentidos van perdiendo sus capacidades. Debemos adaptarnos gafas por la presbicia o vista cansada. Asimismo aparece la presbiacusia, normalmente a partir de los 60 años.
Pero en la actualidad la aparición de esta pérdida auditiva comienza antes. Parece que el uso indiscriminado de cascos o auriculares, el elevado volumen de la música en conciertos y discotecas, las ciudades ruidosas por el tráfico, o  las industrias, etc. están provocando un comienzo prematuro de la pérdida auditiva.
Para evitar la pérdida de audición debemos tener hábitos saludables para nuestro oído:
  • Es importante una alimentación sana y evitar el tabaco y el alcohol en exceso.
  • Los ambientes con ruido elevado son fuente de problemas auditivos. Evitar el uso abusivo de auriculares, proteger los oídos en conciertos, etc. y seguir las normas de protección en las industrias ruidosas.
  • La sordera por medicamentos ototóxicos es más frecuente de lo que parece. Incluso algunos fármacos de uso frecuente, como aspirina, antiinflamatorios, diuréticos, algunos antibióticos, etc. pueden afectar nuestra audición. Por ello es necesario advertir al médico si tenemos un problema de audición, o si aparecen ruidos en los oídos o pérdida auditiva mientras tomamos algún fármaco. Y, sobre todo, es importante no automedicarse.
Si la pérdida auditiva ya ha aparecido, conviene tratarla pronto. Si nos aconsejan adaptar prótesis auditivas, será más sencillo adaptarnos si es reciente la pérdida, que si esperamos mucho tiempo a poner  remedio.