Controlar la audición. Prevenir la pérdida auditiva.

Desde hace unos años se realiza el cribado neonatal de la hipoacusia. Eso significa que a todos los niños que nacen se les realizan pruebas que señalan a los neonatos que pueden tener un problema auditivo, de forma que a estos niños se les puede realizar el estudio diagnóstico de la pérdida auditiva de forma precoz, en los primeros seis meses de vida. Y si es necesario, se puede iniciar el tratamiento también precozmente.
De esta manera hemos conseguido diagnosticar y tratar la hipoacusia en los niños antes del año de edad.
Pero con esto no está todo hecho. Es necesario conocer que hay niños que cuando nacen tienen una audición normal, pero que a lo largo de su primera infancia presentan una perdida de audición que condiciona su desarrollo general, auditivo-lingüístico, etc.
Por ello es necesario realizar controles periódicos del niño, sobre todo si observamos que no desarrollan el lenguaje correctamente, o se aislan en la guardería o el colegio, o ponen la tele más alta, giran la cabeza para escuchar, no se asustan de ruidos fuertes, etc. O cuando sus cuidadores o maestros expresan su sospecha sobre la posible perdida de audición del niño.
No debemos olvidar que pérdidas de audición moderadas persistentes pueden condicionar un retraso escolar en el niño.